Entrenador de baloncesto

Diego Ocampo Vázquez: 'Para que volviese a Ourense y al COB sólo tendrían que ilusionarme'

Diego Ocampo, durante su etapa en Girona (Foto: El Punt)
Es Diego Ocampo la mano derecha de Pedro Martínez en el renacido Cajasol de Sevilla de la Liga ACB. El mismo 'tándem' que hizo al Akasvayu Girona campeón europeo la temporada pasada. Diego Ocampo es uno de esos casos que hacen todavía más cierto el refrán de que nadie es profeta en su tierra. Se enamoró del baloncesto a los 11 años y desde entonces la pelota grande monopoliza sus pensamientos. Se hizo profesional en el COB, pero desde que lo abandonó, en el año 2002, ’su club’ no se ha vuelto a acordar de él.
Habla del COB utilizando la primera persona del plural, y aunque suene utópico, piensa en él en futuro incluso el mismo día que prepara el ’scouting’ de Lakovic, Navarro, Basile o Andersen. ‘Está claro que cada año lo tengo más lejos, pero lo sigo sintiendo’, asegura.

Desde su marcha ha ido dejando impronta en Vilagarcía, Tarragona o Girona, y ha sido reclamado por la Federación española y por la Gallega para entrenar a sus selecciones. Esta temporada veía los partidos desde la grada del Pazo hasta que el Cajasol fichó a Pedro Martínez. ‘Hablar a toro pasado es muy fácil, pero sigo pensando que hay un buen equipo. Quizá haya demasiadas circunstancias que hacen que no rinda’. ¿Problemas? Su lectura del presente y el futuro del COB no tiene desperdicio. Y no debería caer en saco roto.

E s Diego Ocampo la mano derecha de Pedro Martínez en el renacido Cajasol de Sevilla de la Liga ACB. El mismo ’tándem’ que hizo al Akasvayu Girona campeón europeo la temporada pasada.




Desde su marcha ha ido dejando impronta en Vilagarcía, Tarragona o Girona, y ha sido reclamado por la Federación española y por la Gallega para entrenar a sus selecciones. Esta temporada veía los partidos desde la grada del Pazo hasta que el Cajasol fichó a Pedro Martínez. ‘Hablar a toro pasado es muy fácil, pero sigo pensando que hay un buen equipo. Quizá haya demasiadas circunstancias que hacen que no rinda’. ¿Problemas? Su lectura del presente y el futuro del COB no tiene desperdicio. Y no debería caer en saco roto.

‘Lo primero es saber qué quieres hacer y qué medios tienes para hacerlo, y estar orgulloso de lo que tienes’

El fútbol o el taekwondo fueron sus primeros deportes, pero pronto el baloncesto ocupó el primer lugar y acabó por monopolizar su atención. El germen fraguó en el colegio Lagunas 3 y eclosionó en Salesianos.

¿Cómo empezó esta historia?


Fue un juego que me enamoró el del baloncesto. Jugaba antes de clase, en el recreo, al mediodía y por la tarde. En Salesianos, en mi último año junior, Conchi Fortes me dejó los primeros libros y nos dejaba opinar en los entrenamientos. Ella me despertó el gusanillo y al año siguiente Lisardo Rodríguez me dio la oportunidad de entrenar al equipo cadete del ABO.

De ahí al profesionalismo pasan cinco años...


Nino Santos y Augusto Estévez me proponen ayudar al equipo de EBA, pero un día Salva Maldonado me encarga hacer el ’scouting’ del Breogán para la Copa Galicia y luego me ofrece ser su ayudante en la LEB.

¡Qué temporada!


El equipo firma un récord de 25 victorias en 30 partidos pero se nos escapó el último play off. Empezaba a trabajar a las ocho de la mañana y me iba del club a las diez de la noche. Había veces que me bajaba de un autobús y cogía otro.

¿Ha cambiado mucho el COB desde entonces?


La gente está desilusionada, pero es normal que lo esté. Se quiere vender cada temporada un producto que luego no está a la venta. Hay que dejarse de buscar culpables y empezar a buscar soluciones. Si no no llegaremos a ningún sitio.

Más...


¿Por qué en Las Palmas, en Manresa o en Fuenlabrada en ACB o en La Laguna en LEB los jugadores siempre salen mejor de cómo llegaron? No es por casualidad. Son clubes sólidos en la directiva y en el director deportivo. Hay una estabilidad y la estabilidad da confianza. Están orgullosos de lo que tienen.

¿Se puede hacer en Ourense?


Lo primero es la identidad. Saber qué queremos hacer y qué medios tenemos para hacerlo no sólo en el equipo, sino en el club.

¿Con usted en el club? Para que volviese al COB sólo tendrían que ilusionarme. A veces puedo ser un poco inconsciente, pero el único valor que a mí me mueve es la ilusión, nunca el dinero.

¿Qué hay ahora salvable en el Ourense Baloncesto?


Carlos Gómez es un enamorado de esto y además le gusta ayudar. Con él, el club tiene ahora primer entrenador, segundo entrenador y coordinador de cantera. Hace el trabajo de varias personas. Al COB lo está salvando él y su grupo de trabajo, que lleva muchos años en esto.

¿Su futuro? Intento disfrutar de cada día porque uno tiene que saber que está permanentemente en la cuerda floja.

Pero siempre aprendiendo Empecé la temporada con un equipo cadete femenino en Ourense y me enseñaron más ellas a mí que yo a ellas.

Ah, ¿y el Cajasol?


Ha sido muy complicado, pero hemos podido reconducirlo y salir adelante. Nos falta una victoria más para salvarnos.

¿Y Sevilla?


Es que es una ciudad preciosa.

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