España en Vancouver, los pies sobre la nieve

Los que consideren a los Juegos olímpicos de invierno como el hermano pobre de los de Verano no han visto ni una de las bellísimas imágenes que nos ha proporcionado la recien finalizada cita de Vancouver. El hielo y la nieve poseen todos los ingredientes para atraer a los verdaderos amantes del deporte.

¿Le gusta las disciplinas de resistencia? El esquí de fondo, el Biathlon -que combina tiro y fondo- o la Combinada nórdica -saltos de esquí y fondo- aportan grandes exhibiciones de lucha al límite del ser humano. ¿Le gusta la velocidad? La tiene sobre el hielo, en pista corta y larga; o con los trepidantes trineos en descenso: bobsleigh, luge y skeleton. ¿Le atraen los nuevos estilos? El Snowboard en sus tres clases -halfpipe, slalom y cross- o el Esquí artístico -Salto libre, sky cross y descenso con baches- apasionan a los jóvenes. ¿Prefiere los clásicos? El esquí alpino, el patinaje y el hockey nunca pasan de moda. Y siempre despertará su curiosidad esa especie de petanca sobre hielo llamada curling.

Deporte para todos. Extrañó su poca difusión en los medios españoles. En Televisión Española se relegó al canal Teledeporte, en pocas ocasiones a La2 y muy de paso en los telediarios. España no es una potencia invernal, desplazó sólo 18 deportistas a Canadá. No había casi posibilidades de medalla y, la mejor, se truncó cuando Queralt Castellet se lesionó en un entrenamiento. El premio para la mayoría era participar entre los mejores, después de innumerables horas de trabajo y escasez de medios.

Pero es muy español ningunear a los deportistas que no luchan por un metal, como si su esfuerzo y sacrificio no mereciese un mínimo de atención.

Estos Juegos deben su condición al general sueco Viktor Gustaf Balck (1844-1928) el Coubertain de Invierno. Apasionado de la actividad física, fue el impulsor de los Juegos Nórdicos, el embrión de los actuales, desarrollados en Suecia entre, 1901 y 1926. Don Viktor logró que el Comité aceptase el patinaje, en 1908, y después el hockey sobre hielo, en 1920, en los Juegos ¡de verano! Imaginen el patinaje a 25 grados.

El conde Eugenio Brunetta propuso una fórmula mejor. Una semana dedicada a los deportes de invierno en cada edición. Se probó en París 1924, desplazándolos a Chamonix. Fue todo un éxito. Comenzó aquí una trayectoria independiente, sólo afectada por las dos guerras mundiales y el anecdótico boicot de Taiwán a la edición de 1980.
Sus inconvenientes son obvios. Pocos países pueden contar con las características alpinas necesarias. Además, estos deportes no son asequibles ni conocidos entre las clases bajas. En la era digital, ya no son excusas para desecharlos, porque se pueden disfrutar,bien sentaditos y calentitos, en el sofá de casa.

Para ver: Los problemas se solucionan a golpes

Titulada en España como 'Último asalto' -¡qué original!- esta película trata los conflictos raciales de cualquier barrio estadounidense, con el boxeo como telón de fondo. Un ex convicto, arrepentido y reflexivo, es retado a un combate a muerte por un amigo de la víctima, casualmente un fenómeno del ring. Curiosamente, encontrará en el padre de la víctima un sorprendente aliado. Vivir para ver. Este Danny Glover no es el de 'Alta Letal', claro. En otro tiempo le habría pegado dos pepazos.

Balas perdidas: La historia de Rae Carruth, 18 años de condena y un hijo que nunca le reconocerá

Existen diversas formas de arruinarse la vida. El preso de la cárcel de Nash, Raelamar Theotis Wiggins (1974, Sacramento) reflexiona sobre la suya. Este jugador de fútbol americano era un privilegiado en 1997, cuando fichó por el equipo profesional Carolina Panthers, a cambio de 3,7 millones de dólares. Dineral que justificó durante la primera y prometedora temporada. En 1998 comenzó su autodestrucción. Perdió la temporada por una lesión en un pie, mientras aumentaron sus problemas personales. Su novia o querida, Cherica Adams le comunicó su embarazo, noticia que transtornó por completo a Rae. Deseado o no, presionado a un hipotético matrimonio o no; al jugador sólo se le ocurrió contratar a dos sicarios para asesinar a Cherica. En diciembre de 1999, la joven recibió cuatro balazos, falleciendo un mes después. Los médicos salvaron al niño, Cancellor Lee, pero con una parálisis cerebral. Rae emprendió una huída, que concluyó cuando la policía lo encontró en el maletero del coche en un motel de Tenneessee. Empleó el poco dinero que le quedaba para contratar a un buen abogado. Eludió la pena de muerte, no así 18 años de condena, un cargo eterno y un niño que crecerá huérfano, sin posibilidad de reconocerle algún día. Casi es mejor así.

Para leer: El opio que disfrutan todos los pueblos

Referente de toda una generación de licenciados en el Inef de Coruña, José Luis Salvador Alonso (1946-2009) pudo terminar su magna obra antes de exhalar el último suspiro. Su historia del deporte y los juegos comprende dos volúmenes. El primero se centra en Grecia, Roma y Bizancio. El segundo abarca la época posterior hasta nuestros días, ya con los Juegos modernos. Marxista convencido, Salvador analiza el increíble desarrollo del deporte en el mundo. Hoy es algo más que el opio del pueblo.

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