El Pabellón y la Escola Deportiva Barbadás organizaron en Os Remedios y Os Carrís sendos torneos benjamín y prebenjamín que reunieron a 18 equipos
No importa que hoy los marcadores no se reflejen en ninguna clasificación semanal. Ni siquiera haber ganado o perdido. El fútbol tiene la capacidad de superar incluso los resultados o las citas previas por el mero hecho de jugarse. Más aún cuando para algunos son su primeros años con las botas de tacos.
Por eso ayer Os Remedios y Os Carrís superaron a los seguro muchos regalos de todo tipo que Papa Noel dejó unas horas antes. Todos disfrutaron a los grande con torneos que en Navidad tienen todavía mejor pinta.
El que organiza el Pabellón suma ya 23 años. Ahí es nada. APurísima, Arrabaldo, UDO, Barbadás, Santa Teresita, Ourense CF, Pabellón o EDO junto a los 'visitantes' Verín, Calasancio o Arenteiro en un torneo en el que se acabó imponiendo en la final el Verín al Pabellón (0-1).
En la pelea por el tercer puesto la victoria fue para el equipo revelación del torneo, A Purísima, que marcó en la última jugada para derrotar al Santa Teresita (1-0).
"Estamos muy contentos con el torneo. Vino mucha gente y hubo mucha deportividad, que es lo que buscamos", resume Manuel Dopazo, Secretario del Pabellón.
En total, 170 jugadores en un torneo que comenzó siendo de fútbol sala y ahora está asentado en el Fútbol 8. "No creo que haya muchos torneo de Navidad más antiguos que el nuestro", presume Dopazo. Y tiene motivos para hacerlo.
El Antela se impuso en Os Carrís
En Os Carrís, ocho equipos más. Todavía más canijos. Los prebenjamines de Arrabaldo, Valenzá, EDO, Bosco, Antela, A Purísima y dos equipos del Barbadás, en un torneo que empezó con los azulones goleando al Arrabaldo y acabó con el Antela 'metiéndole' un 1 a 4 a los anfitriones.
Los de A Limia no dieron opción durante todo el torneo y acabaron con números incontestables. Cinco partido jugados, cinco victorias, 26 goles a favor y 1 en contra. El que fue capaz de meterle en la final un Barbadás hasta ese partido igual de imponente.
Lo dicho, que tanto para los que ganaron como para los menos afortunados, el torneo ya mereció la pena. Porque lo importante es jugar y cuando es en equipo, más aún. No hay regalo como un balón.
