El Real Madrid juvenil, que engordó su palmarés como máximo exponente de este torneo, tuvo en su entrenador el centro de atención en Ourense
Después de lo visto en el estadio de O Couto con la élite del fútbol juvenil nacional nadie duda que los Óscar, Alberto, Zabarte, Fran García y cía tienen por delante un futuro deportivo muy brillante, quien sabe si alguno de ellos en el primer equipo, aunque ello está reservado solo para los más grandes, pero sí en la máxima categoría. Ayer en el estadio de O Couto el Real Madrid demostró que es el campeón de campeones, al hacerse con el séptimo entorchado en este torneo y ampliar su ventaja al frente del palmarés, pero por encima de las estrellas de un futuro muy próximo la figura que más brilló fue la de Guti Hernández. El técnico del equipo juvenil blanco acaparó buena parte de las miradas, y es normal, tres lustros jugando en la primera plantilla le han convertido en el mediático del grupo.
En su época como futbolista Guti demostró su calidad técnica y ahora como entrenador ha sabido transmitir a sus jugadores el jogo bonito como la principal arma para sacar los partidos adelante. Ni una sola vez rifó el balón su equipo durante la final. La mejor defensa es un buen ataque y a pesar de estar con un hombre menos la posesión de balón continuó siendo de los suyos. Guti tiene un grupo de jugadores con mucho talento pero su impronta queda patente. Los Guti's Boys creyeron pese a las adversidades y ya tienen su séptima Copa de Campeones.
La fase final que saborea el Real Madrid ya es historia y Ourense y sus aficionados al fútbol han sabido disfrutarla a tope.
