DANIEL PINILLOS

“Se hace duro el día a día si no te pagan”

El jugador riojano, único futbolista del Ourense que abandonó el club en el mercado invernal, recaló hace dos semanas en el Córdoba para jugar en el filial de Segunda B.

Daniel Pinillos fue una de las apuestas de Club Deportivo Ourense el pasado verano. Un jugador de 20 años que llegaba para ocupar uno de los puestos más rácanos de oferta en el mercado, el de lateral izquierdo. Cinco meses después cambió de aires a caballo entre la devoción y la obligación. Los impagos de la directiva y la ilusión de fichar por un club que aspira a ascender a Primera División le hicieron no dudarlo.

"Una semana antes de cerrarse el plazo de fichajes (31 de enero) me dijo mi agente que había interés del Córdoba en ficharme. Hablamos inmediatamente con la directiva del Ourense pero me dijeron que no había ninguna posibilidad, que no querían dejar salir a nadie. Ahí me hundí un poco pero 48 antes de acabar el plazo me dijo mi agente que habría acuerdo. No lo dudé. Si el club (el Ourense) estuviese bien y no hubiese todos los problemas que todo el mundo conoce quizá hubiese tenido alguna duda, pero tal y como está el club no podía tener ninguna", dice Pinillos. Y añade: "Se hace muy difícil el día a día cuando tienes que pagar alquiler, móvil, gasolina y no te pagan. De todas formas, el principal problema no era el dinero que me debían, era que preguntamos que iba a pasar y nos dejaron claro que no nos podían garantizar que fuésemos a cobrar de ahí en adelante".

Carretera y manta para un jugador que empieza a acostumbrarse a la vida habitualmente nómada del deportista: "Uno ya se empieza a acostumbrar cuando lleva cinco años lejos de casa. Lo empiezas a ver como algo normal aunque nunca me había pasado a mitad de temporada". Aunque su familia no lo lleve con el mismo humor: "Mi padre lo entiende un poco mejor porque también jugó al fútbol, pero mi madre lo lleva mal. Al final los dos entienden que haga todo lo que esté en mi mano para intentar cumplir mi sueño".

Cambia Ourense por Córdoba. "Aquí también está lloviendo y en cuanto llegue el calor no creo que me asuste. En Logroño y en Ourense también tenemos habitualmente 37 grados cuando toca calor. Lo que he visto me gusta mucho de la ciudad. Comparto piso con otros dos jugadores y me están ayudando mucho en estos primeros días, aunque ya empiezo a ubicarme".

Llegó y ya fue convocado con el primer equipo aunque su fichaje inicialmente es para jugar en el filial de Segunda B: "He venido para jugar en el segundo equipo y ésa es mi meta para esta temporada, aunque entrenaré duro para llegar todo lo arriba que pueda. Así tiene que ser sea el equipo que sea". Un club en el que nota el salto de calidad: "Se nota que es un club muy serio y muy organizado. Me han hecho sentir muy a gusto desde el primer día". Un club del que ya habla en primera persona del plural: "La primera vuelta que hicimos no fue demasiado buena pero en la segunda estamos mejor y sumando puntos con regularidad. El objetivo está claro que es salir de los puestos de descenso y tengo claro que lo vamos a conseguir".

Tampoco duda de la consecución del marcado por su ya ex equipo: "Confío mucho en mis ex compañeros. Tengo claro que el Ourense tiene una de las tres mejores plantillas del grupo y que se va a clasificar para la fase de ascenso". Y lanza un mensaje en el que la omisión deja claro su veredicto con quienes fueron sus 'jefes': "Al vestuario del Ourense me gustaría mandarle mucho ánimo y desearle mucha suerte. Estoy seguro que van a terminar entre los cuatro primeros. Les diría que piensen sólo en ellos y en los aficionados, que son los que se merecen conseguirlo".

Mensaje de una voz autorizada para hablar del que hasta hace 15 días era su club y al que ahora sigue con cariño desde casi 900 kilómetros de distancia.

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