Jerin se encarga de todo

Cuando peor pintaba la cosa, cuando el Barco acababa de empatar, apareció Jerin para sacar al Ourense CF del embrollo. Central hasta entonces, centrocampista gracias a un doble cambio del entrenador local, pateó a la red una falta sobre Amin, que además le supuso una roja a los visitantes y cerró el partido después de un tuya mía con Xian a cinco minutos del final. Con los valdorreses entregados echó la última palada el canario, para un 4-1 exagerado pero incontestable.

Afrontó el Ourense el juego con una marcha más, de manera que a los dos minutos ya mandaba en el marcador. Hugo Sanz ganó la línea de fondo y el centro, un caramelo, no lo cazó Amin pero sí Gabri Palmás, cuyo remate no fue limpio pero superó la raya, que de eso se trata.

Tafa y Jerin formaron una pareja de centrales con la que nunca pudieron los barquenses, a los que penalizó la excesiva ralentización con la que sacaron la pelota. Tocar varias veces la bola a la hora de controlar nunca ha sido un buen negocio, de forma que el Ourense CF jugó con una comodidad que seguro no esperaba. Encima, encontró autopistas por los carriles. Un centro de Isra lo cabeceó mal Palmás y uno más de Hugo no acabó dentro porque apareció el portero cuando Nacho Fariña ya celebraba. Enfrente, todo lo que generó el Barco fue un “cabezacito” de Morais. Nada más, demasiado manejo, cero remate.

Todo transcurría igual en la segunda parte hasta que apareció David Álvarez en el campo. El “10” del Barco ya la lió con un control imposible y una apertura para la entrada de Duque, cuyo centro persiguió en vano Javi Pazos. En la segunda aparición enganchó un derechazo unos cuantos pasos por detrás de la frontal. La pelota pegó en el poste y se colo. El 1-1.

De ese momento crítico salió adelante el Ourense gracias a la clarividencia del entrenador, Rubén Domínguez. Un doble cambio, Iker Hurtado y Josu al campo, le cambió la vida a su equipo. Sobre todo porque sacó a Jenin de la defensa, en busca de esa palabra que tan de moda ha puesto Ancelotti con con su peculiar pronunciación, energía. Le ayudó la suerte, es verdad, porque Amin cogió la moto y Víctor Oliver le derribó por detrás. Ni hecho a propósito. Roja para el zaguero y falta que Jerin colocó dentro de la portería. La parsimonia con la que abandonó el campo, a la que se sumó la de Óscar Martín al ser sustituido, daba a entender que el empate era un buen botín para los de Javi Rey, expulsado en la primera parte víctima del buen oído del línea de tribuna.

En plena efervescencia, Jenin arrancó como un búfalo y dividió a la defensa cediendo para Xian, que generoso asistió para el doblete del “8” del Ourense, que lo celebró como se merece.

Con todo decidido, el árbitro se tragó un penalti escandaloso sobre Xian, David expuso su magisterio con el golpeo de una falta y Amin prolongó un cabezazo de Iker para poner el 4-1 definitivo.

Con la letra de Sebastián Yatra -“Te esperaré porque el amor es más fuerte”- despidió el campo de O Couto a los dos equipos después de una noble batalla, desigual pero una noble batalla.

Ficha del partido