El COB se verá las caras con un Qalat que lo sacó del campo en la ida pero que atraviesa por problemas tras la pérdida de dos exteriores. Destacan sobre el resto Bravo, Kaunisto, Gómez, Bonhome o Diouf.
75-48. Ese fue el resultado de la ida en Sevilla y también el mejor acicate para un COB que querrá vengar la afrenta y, sobre todo, sumar un triunfo que alivie su situación en la tabla.
75-48. Ese fue el resultado de la ida en Sevilla y también el mejor acicate para un COB que querrá vengar la afrenta y, sobre todo, sumar un triunfo que alivie su situación en la tabla.
Enfrente tendrán a un Qalat que convive casi desde el inicio en la zona tranquila, pero que no acaba de conseguir la continuidad pretendida. Los alcalareños han perdido seis de sus ocho últimos partidos y, a excepción de al Almería, sólo han sido capaces de vencer a equipos de la zona baja. Mucho han tenido que ver también en esa irregularidad los problemas con el juego exterior. Primero fue Tomás López y luego Marcos Suka-Umu los que abandonaron el barco. Sin ellos César Bravo se ha quedado solo en el perímetro para indicar el camino a los jóvenes.
En la zona la historia cambia. Pino tiene mucho y bueno donde elegir. El panameño Dionisio Gómez aporta la fortaleza y el conocimiento del juego, el finlandés Kaunisto pone el tiro a media distancia y Ankatche la entrega. Pero sobre todos destaca el senegalés Michael Diouf. El pívot es una fuerza de la naturaleza y está llamado a tener puesto fijo en el equipo de ACB en breve. Intratable cerca del aro donde sólo piensa en el mate, poderoso en el rebote e insultante en la intimidación. Sus problemas para la lectura del juego son el único lunar de un diamante en bruto.
Si a todo eso se le suman jóvenes con talento como Bonhome, Aguilar o Casanova se conforma un equipo de garantías y que no debería tener problemas para seguir en la Liga un año más.
En la zona la historia cambia. Pino tiene mucho y bueno donde elegir. El panameño Dionisio Gómez aporta la fortaleza y el conocimiento del juego, el finlandés Kaunisto pone el tiro a media distancia y Ankatche la entrega. Pero sobre todos destaca el senegalés Michael Diouf. El pívot es una fuerza de la naturaleza y está llamado a tener puesto fijo en el equipo de ACB en breve. Intratable cerca del aro donde sólo piensa en el mate, poderoso en el rebote e insultante en la intimidación. Sus problemas para la lectura del juego son el único lunar de un diamante en bruto.
Si a todo eso se le suman jóvenes con talento como Bonhome, Aguilar o Casanova se conforma un equipo de garantías y que no debería tener problemas para seguir en la Liga un año más.
