ATLETISMO

Leticia Gil vuela hasta el bronce

Leticia Gil, durante la competición de salto de longitud que le valió la medalla de bronce (XESÚS FARIÑAS).
photo_camera Leticia Gil, durante la competición de salto de longitud que le valió la medalla de bronce (XESÚS FARIÑAS).
La valdeorresa se aupó al tercer cajón del podio en longitud en una jornada final que dejó el récord de España de triple salto para Pablo Torrijos

Todavía con la dulce resaca que dejó la primera jornada, el Campeonato de España de atletismo en pista cubierta se desperezó antes de las 10:00 horas para vivir su segunda y última sesión. Una mañana de finales, de entrega de medallas y de una dosis renovada de emoción. Una clausura que cumplió con las expectativas y que sirvió de traca final para una competición que tiene un significado histórico para Galicia y para Ourense.

Poco a poco la pista de Expourense fue llenándose de aficionados. Y es que la ocasión lo merecía. No hubo que esperar demasiado para disfrutar con el primer foco de interés. La segunda ourensana (de Valdeorras) que tomaba parte de este Nacional no era una cualquiera. Leticia Gil defendía el oro logrado el pasado año delante de su gente. Su objetivo, volver a subirse al podio impulsada por el calor de los suyos. Logró su mejor marca de la temporada en el quinto salto, tras una serie que tuvo de todo, también dos nulos. Los 6,19 metros le valieron para colgarse un bronce de ley, por detrás de la inalcanzable Fátima Diame (6,47) y de la sorpresa Laila Lacuey (6,27). No es el oro que defendía, pero es un éxito más para la cada vez más brillante carrera de la valdeorresa.

Acento gallego también el que puso la medalla de plata de Saleta Fernández en salto de altura. La de Monforte de Lemos se quedó, con 1,79, a un paso del título. Al igual que la mugardesa Belén Toimil, segunda en peso con 16,16.

La jornada dejó la confirmación de que Paula Sevilla (Playas de Castellón) es la gran dominadora del doble hectómetro y lo dejó claro en las semifinales y la final.  

En los 400 metros, la victoria fue para la juventud, con Andrea Jiménez (Playas de Castellón), primera, y Carmen Avilés (Club Califas), segunda, ambas sub-20. En el cuadro masculino, oro para Lucas Búa (FC Barcelona).

La velocidad pidió pasó con la final del 60 vallas femenino (oro para la guipuzcoana Teresa Erradonea) y la de los 60 lisos masculinos, donde volvió a lucir Orlando Ortega como uno de los más grandes del atletismo español a día de hoy. Completó su oro del sábado en su especialidad saltando obstáculos, con otro título de mérito, volando sobre la recta con la mejor marca española del año, un 6,65 que luce y mucho para un hombre que llegará a Tokio con todas las opciones del mundo.

De esprint, a la resistencia. La jornada iba llegando a su fin y el 1.500 pidió paso. Una distancia mítica para el atletismo nacional que volvió a dejar huella. Esther Guerrero (4:11) dominó con autoridad a velocidad de crucero, con el bronce para la canguesa (aunque no nacida) Solange Pereira, que dejó otra buena noticia autonómica. Entre los chicos, sufrido triunfo de Jesús Gómez (Playas de Castellón) por tan solo una centésima sobre su compañero Ignacio Fontes. La "foto finish" dictó sentencia.

Fue el momento para que las finales de 800 metros aparecieran por el horizonte. La atleta del Unicaja Natalia Romero hizo su mejor marca personal (2:03,78) para colgarse la presea dorada. A continuación, Pablo Sánchez-Valladares dio la sorpresa en la prueba masculina, con un Adrián Ben que se colgó la plata. El de Viveiro rozó la victoria con la punta de los dedos.

Pero no quedó ahí la cosa. Ourense tiene un récord de España absoluto. El protagonista, Pablo Torrijos. Con el oro asegurado, se la jugó en el último saltó y voló hasta los 17,18. Poesía en movimiento. ¿A alguien se podía ocurrir un final mejor?. 

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