Un gol de Carlos Villar vale una victoria de los ourensanos después de 20 jornadas y cuatro meses y medio de sequía
El Pabellón de la División de honor juvenil se ha dado una alegría 20 jornadas y cuatro meses y medio después. El conjunto entrenado por Guillermo García y Carlos Figueiredo se impuso en el estadio Miguel Ángel al Real Avilés con el solitario gol de Carlos Villar, anotado a los 12 minutos.
No fue el mejor partido de los pabellonistas que en las últimas habían dado claros síntomas de mejoría pero sí fue suficiente para alcanzar el segundo triunfo del curso, muy necesario para alimentar un poco más la ilusión de una plantilla que a pesar de convivir con los varapalos deportivos durante muchas jornadas nunca cejó en su empeño por mejorar: "Tal y como están las cosas es increíble ver el fantástico trabajo del equipo durante la semana. Además, en las últimas jornadas ya estábamos compitiendo muy bien. Desde que volvimos de vacaciones, exceptuando 45 minutos ante el Gijón, el equipo ha estado a un buen nivel y por fin ha llegado una victoria, que falta nos hacía", afirma Guillermo García, técnico del conjunto pabellonista.
El inicio de partido fue ayer muy similar al de los más recientes, con un Pabellón incisivo con ganas de llevar un dominio que se completó con el gol de Carlos Villar.
Entre que los ourensanos estaban por delante, algo no muy habitual, y el intento de reacción de los astures, que se están jugando la permanencia, al Pabellón le llegó el mareo de verse con serias opciones de saborear de nuevo un triunfo. Pero fue más una sensación que otra cosa pues los locales no pasaron por excesivos apuros: "Hubo dos jugadas en las que el equipo demostró que iba a ganar. En dos llegadas con peligro del Avilés la intensidad con la que el equipo se puso a defender fue suficiente para saber lo que iba a pasar", añadió el entrenador.
¿Quién dijo que era imposible? Al fin se terminó la espera y el Pabellón disfruta de una victoria que le servirá para el futuro inmediato.
