El Verín Club de Fútbol trata de ir recuperando la normalidad después de las convulsas noticias de los últimos días.
Y una de las mejores maneras es la de retomar el pulso competitivo. Tras la dimisión del lunes del técnico Miguel Sotelo y la 'espantada' del polifacético Óscar Bartolomé Seoane el miércoles, la directiva del conjunto verinense necesita cubrir la vacante que tiene en el banquillo. El presidente José Manuel Zubiela y algunos de sus más inmediatos colaboradores ya se han reunido con varios entrenadores, pero por el momento no hay fumata blanca, bien porque el elegido todavía no dio el 'sí', bien porque las demás opciones son por el momento sólo eso, opciones por si las conversaciones con el mejor situado finalmente no fructifican.
El mejor situado es un viejo conocido del fútbol provincial, el celanovés Ángel Mociño, un gran conocedor de la categoría que tuvo su última experiencia la campaña del descenso del Celanova. No está nada hecho, pues cada parte maneja sus variables, pero la pelota está ahora en el tejado del técnico.
También hubo conversación con el asturiano López Peinado. Con el que no la hubo fue con Peluso, uno de los que sonaba desde el exterior. 'Sólo hubo una conversación informal con Zubi y Sotelo hace 10 ó 12 días, pero este año me lo tomo de descanso', dijo el técnico.
El mejor situado es un viejo conocido del fútbol provincial, el celanovés Ángel Mociño, un gran conocedor de la categoría que tuvo su última experiencia la campaña del descenso del Celanova. No está nada hecho, pues cada parte maneja sus variables, pero la pelota está ahora en el tejado del técnico.
También hubo conversación con el asturiano López Peinado. Con el que no la hubo fue con Peluso, uno de los que sonaba desde el exterior. 'Sólo hubo una conversación informal con Zubi y Sotelo hace 10 ó 12 días, pero este año me lo tomo de descanso', dijo el técnico.
