Rayo 5 - C.D. Ourense 0

Sin nada que objetar

Los jugadores del Rayo Vallecano celebran el primer gol conseguido contra el Ourense.
Duro correctivo. El Ourense fue borrado literalmente por el Rayo en Vallecas, encajó una dolorosa y abultada derrota y vuelve a entrar en los puestos de descenso directo a Tercera división. La euforia de la Copa Federación se dio de bruces con la realidad de la competición de Liga. Llegarán ahora dos partidos en casa ante equipos canarios.
Es una frase socorrida en el mundillo del fútbol: ’No saques demasiado el pecho porque siempre puede aparecer alguien que te de un golpe y te lo meta para dentro’. Más o menos así.

El Ourense que llegó a Vallecas andaba todavía metido en la nube de la euforia que le aportó la conquista de la Copa Federación en Reus. Saltó al campo sin tensión, sin concentración y un poco en plan pasota. Resultado, dos goles en contra antes de cum plirse el minuto 20 y cinco que entraron al final en el saco.

Nunca estuvieron los de Tomé en el partido. Las cantadas defensivas fueron de sonrojo, los delanteros del Rayo campaban a sus anchas, tenían dos marchas más y se tomaron el partido con la intensidad que requería.

Sabían los de Pepe Mel que algunos de los rivales directos habían fallado y quisieron poner tierra de por medio. Lo mismo sabían los ourensanos, conocían que Alcorcón y Marino habían ganado por la mañana... Pero como si lloviera. Ninguna de las líneas del equipo rojillo funcionó y Vallecas se tornó por segunda temporada consecutiva en un potro de torturas.

Tomé admite que es él el máximo culpable. Está bien el reconocimiento porque no puede eludir su cuota de responsabilidad, pero se transmitió la sensación que algunos jugadores no se percataban de lo que se estaban jugando, la permanencia.

Andaban aún en la nube eufórica de Reus. Mal síntoma. Baste un dato: el Ourense llegó por primera vez a la puerta de Teté en el minuto 42 con un tímido disparo de Jaime. El propio portero andaba allá por el minuto 80 haciendo ejercicios en su área porque no tenía trabajo.

¿Defensivavamente?, un coladero. No tanto por la defensa en sí, sino por los movimientos defensivos. Deberán bajar todos a tierra, porque ahora llegan a O Couto consecutivamente Vecindario y Universidad.

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