El español cedió ante Djokovic en dos mangas y poco más de hora y media en la segunda final que disputa en Londres

Nadal sigue sin conquistar la Copa de Maestros

Nadal, durante la final en el O2 de Londres ante Novak Djokovic. (Foto: ANDY RAIN)
Rafael Nadal dejó escapar por segunda vez en su carrera la final de la Copa de Maestros al perder en Londres ante el serbio Novak Djokovic por 6-3 y 6-4 en una hora y 36 minutos.
Bajo la cubierta del O2 Arena de la capital británica, Djokovic se quitó la espina que le dejó clavada la última final del Abierto de Estados Unidos, que perdió ante Nadal.

Nadal aparecía este año por sexta vez en el torneo (en 2005, 2008 y 2012 no acudió por lesión) y aspiraba a añadir su nombre a la escueta lista de españoles que lo han ganado, en la que sólo aparecen Alex Corretja, que venció a Carlos Moyà en 1998, cuando la Copa de Maestros se jugaba en Hanover, y Manuel Orantes, que en 1976 batió en Houston al polaco Wojtek Fibak.

Peleaban el título los dos mejores tenistas del ránking, que ya se habían encontrado cinco veces este año. Djokovic sólo había ganado en dos ocasiones a Nadal en 2013 (Montecarlo y Pekín) y había recibido además varios duros golpes por parte del balear. Antes de la derrota en Flushing Meadows, Nadal tumbó al serbio en la semifinal de Roland Garros, de camino a su octavo título en París, y le desbancó además del número uno del mundo en una temporada en la que ha recuperado su máximo nivel tras siete meses apartado de las pistas por sus problemas de rodilla.

Con la rivalidad entre ambos tenistas más encendida que nunca, Djokovic llegaba al último partido de la Copa de Maestros motivado para apretar los dientes en cada tiro. La final del US Open le dejó marcado y no ha vuelto a perder desde entonces uno solo de los 22 encuentros que ha disputado.

La rabia le sirvió al de Belgrado para arrollar en el primer tramo del partido a Nadal, que en 12 minutos perdía por 3-0.

Dos dobles faltas del español habían facilitado la primera ruptura de Djokovic, si bien Nadal reaccionó con eficacia ante ese contundente marcador y fue capaz de remontar el set hasta igualarlo, 3-3.

La calma se impuso durante un único juego, y después Nadal volvió cometer dos dobles faltas, una oportunidad que el segundo tenista del mundo no dejó escapar para ponerse 5-3 y cerrar el primer set a su favor.

El español golpeó el aire con el puño, en un gesto de impotencia, cuando la última bola de ese juego, ya inalcanzable, pasó por su izquierda.

La pista dura bajo techo es un escenario que favorece a los rivales de Nadal, si bien el balear ya demostró en las semifinales, ante Federer, que es capaz de ganarle a cualquiera en todos los escenarios.

En esta ocasión ante sí tenía a un Djokovic que parecía inabordable y que le torturaba con su juego agresivo y sus subidas a la red.


A LA TERCERA

El serbio volvió a marcharse al inicio del segundo set y ese hueco resultó insalvable para Nadal, que defendió dos bolas de partido antes de ceder a la tercera oportunidad.

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