El pívot de Florida habla de sus cualidades en la pista y de sus objetivos con el COB

Nelson: ’Disfruto jugando duro’

Como un niño pequeño habrá dormido Ed Nelson tras su primer y ajetreado día en Ourense. A las once de la mañana aterrizaba el vuelo que ponía fin a una aventura de más de 18 horas iniciada en el Aeropuerto Internacional de Miami. Dos horas y media más tarde era presentado como jugador del COB por el presidente Alfonso Juanes.

Después, comida con Juanes y Eloy Doce, presidente y técnico, y por la tarde entrenamiento. Un bautizo duro en un club donde se le pedirá que suba el nivel del equipo. El pívot no se esconde de las exigencias: ’Soy un ganador. Me encanta ganar partidos y lo paso mal cuando pierdo. Estar arriba en la Liga será bueno para todos. Para el equipo, para los jugadores, para el club y también para mi’. Precisamente ese es su deseo para el año nuevo, ’pido ganar partido. Disfrutar jugando y que la gente disfrute con nuestro juego’.

El pívot de Florida confirma las referencias que el cuerpo técnico tienen de él: ’Disfruto jugando duro. Me gusta entregarme al máximo en la pista. Soy un ala-pívot que puede jugar como ’cinco’. Intento siempre aportar mi energía y mi motivación en cada partido. Puedo ayudar en el rebote, en la defensa y también anotando puntos’.

’El mejor baloncesto’

Tras un paso fugaz por Alemania y una gran temporada en Finlandia, el ya jugador del COB espera asentarse: ’Siempre quise que mi destino fuese España y ahora estoy aquí. Creo que fui un pívot dominante en Finlandia y hacía buenos partidos en Alemania, así que estoy siguiendo los pasos correctos porque aquí se juega el mejor baloncesto’. Y añade, ’La ACB es la meta de cualquier jugador que no pueda estar en la NBA y también lo es para mi. Ahora estoy en LEB Plata, pero espero seguir aquí mucho tiempo y seguir creciendo’. El día cuatro debutará en Sabadell con un equipo del que conoce poco y en una Liga de la que no sabe nada, pero con ganas de demostrar los motivos de la fuerte apuesta del club. Nelson es el elegido para dar el salto de calidad en un juego interior necesitado de ayuda. Se trata de un pívot poco vistoso pero afectivo cerca del aro y rocoso en las dos zonas.


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