Si los aficionados del COB no vuelven a ver al Araberri el resto de sus vidas les parecerá demasiado pronto.
Ahora todos recuerdan aquel segundo partido solventado en la prórroga. De no ser por aquel colchón del 2-0, el equipo de Rafa Sanz no hubiese llegado vivo al Pazo para rematar la eliminatoria. O quizá sí. Esta serie es otro ejemplo para quién desconozca las claves de un play off por el ascenso. Todos los rivales llegan a esta fase por alguna razón. Subestimar al contrario por su corta historia, sus desconocidos jugadores, su aparente debilidad, lo sucedido en el primer partido... puede pagarse con la eliminación. El irreductible y orgulloso Araberri se ganó con todo merecimiento el respeto del COB y del Pazo, siendo despedido con una sentida ovación. Superado el durísimo 'level two', el equipo de Rafa Sanz afronta el tercer nivel, el que abre las puertas del cielo. El filial del Joventut, equipo joven, atlético y sin presión, es el siguiente en la lista. Algunos incautos pensarán que la cosa está hecha contra estos pichoncitos. Incautos.
