El equipo ourensano superó al Astur para sumar su tercera victoria consecutiva
El sol brilla cada vez con más fuerza en el Pabellón juvenil. Después de un arranque liguero complicado, en el que el equipo de Guillermo García sufrió para mantener una regularidad en el juego y en los marcadores, y en el que se coqueteó con la zona media-baja de la tabla, las piezas están encajando poco a poco y su motor ya carbura. Ayer llegó la tercera victoria consecutiva, ante el Astur.
La visita del colista del grupo parecía idónea para prolongar la sonrisa de los ourensanos, y así fue. Eso sí, el primer susto lo dieron los visitantes, con un buen disparo de Abel que repelió el poste. Reaccionaron los blanquiverdes, y Gorka inauguró el marcador cuando se cumplía el primer cuarto de hora.
A partir de ahí, el Astur asumió el protagonismo, con el Pabellón cómodo saliendo a la contra. En una de estos acercamientos, Gorka estuvo a punto de dibujar el doblete, pero Fari atajó la ocasión.
El segundo gol local llegaría justo tras el descanso. Rivero aprovechó un estupendo servicio de Jorge para, de un fuerte disparo, poner ya el partido muy de cara para los intereses locales.
En este escenario, el Astur se revolvió, intentando agarrarse al partido. Los visitantes están en el pozo de la clasificación, y esa angustia se notó en el campo. Con los asturianos totalmente volcados, llegaría el tercer gol pabellonista. Un penalti a Gorka que sería transformado por el propio ariete.
Solo dos minutos después, Chus recortaría distancias. Quedaba aún el tramo final del encuentro, pero ahí los locales supieron gestionar estupendamente el juego, y pese a jugar en inferioridad los últimos minutos por la expulsión de Pablo, no encontraron problemas para sumar la victoria y amarrarse, con 26 puntos, a la sexta plaza. La próxima estación será el Racing, dentro de siete días.
