Viñariño y Arnoia igualaron a un gol, transformando dos penaltis en los últimos minutos
Dos puntos separaban al Atlético Vilariño del Arnoia en la clasificación. Y la vida sigue igual en los dos equipos. Los dos equipos se presentaban con bajas en sus alineaciones titulares y se notó. En el campo de O Medo no se vio fútbol. Balones aéreos, disputados, faltas y muy pocas ocasiones.
La igualdad en la clasificación se trasladaba a la tierra del campo del Vilariño donde los destellos de algún futbolista eran los únicos que arrancaban los aplausos en las gradas. La primera ocasión clara la tuvo el equipo de casa. Gonzalo golpeó en largo para que David peleara una pelota. Se quedó solo contra el portero visitante y su vaselina pasó rozando el poste. La réplica fue a cargo de Cristian. El mejor en el equipo rival. Balón largo que controla Bruno, la deja de cara y Luchi la abre a Cristian que solo ante Marcos Prada dispara con la derecha y se va fuera. Fin a la primera parte.
La segunda parte siguió el mismo guión. La posesión era igualada y el desacierto de los dos equipos en el mediocampo no clarificaba los ataques. Sin embargo, en los últimos finales el partido iba a cobrar emoción. Cristian fuerza un penalti y Luchi engaña a Marcos Prada y los visitantes celebraban la victoria. Dos minutos después Gonzalo provocaba la zancadilla de Lucas y el árbitro señala el penalti. Jorge Ramos cogió el cuero y transformó desde los once metros para volver a establecer la igualada. La vida del Vilariño y el Arnoia sigue igual.
