La única opción que le queda al Ourense para seguir en Segunda B es agarrarse a la promoción de permanencia. Consiguió un empate en Fuerteventura después de haber encajado un gol de penalti a los dos minutos, pero la igualada del Santa Brígida ante el Universidad en el descuento lo deja todo para la última jornada. Vendrá el Alcorcón.
Todo queda encomendado a la última jornada. Al Ourense le queda la única opción de escapar del descenso por la vía de la promoción de permanencia. Por ese objetivo luchará con el Santa Brígida. Marino y Alcorcón ya se han escapado de la quema.
Los ourensanos hicieron más o menos bien los deberes, realizaron una primera mitad pletórica y supieron superar el varapalo que supuso un penalti en contra a los dos minutos. El equipo de Romero reaccionó de manera fulgurante y Aloisio puso colofón a una excelente combinación de toda la delantera ourensana cuando todavía no había transcurrido el primer cuarto de hora.
El Ourense estaba metido en el partido y todo apuntaba a que llegaría antes el tanto visitante que el local. Cambiaron las tornas en la segunda mitad. El Fuerteventura metió más artillería en el campo con la entrada de Maciot y los ourensanos tuvieron que recular durante 20 minutos de gran presión. Ahí emergió la figura de Manu Taranilla, que realizó dos intervenciones soberbias.
Romero reaccionó con dos cambios para aportar más oxígeno, retiró a Álvaro y Anxo y dio entrada a Juan Estévez y a Martín. Paulatinamente volvieron a hacerse con el control los visitantes e incluso en la recta final pudieron adelantarse en una veloz contra, pero el balón se estrelló contra el portero.
A falta de diez minutos para el final les llegó a los ourensanos la noticia de que el Universidad había marcado en Santa Brígida. Ello provocó que ralentizasen algo el juego, ya que el empate era un muy buen resultado. Sin embargo, llegó el mazazo. Todavía con los rojillos casi celebrando la derrota momentánea del Santa Brígida, y en pleno descuento, se produjo el empate. Derrumbe general y ahora toca ganar al Alcorcón y que no lo haga el Santa Brígida en Tenerife.
Los ourensanos hicieron más o menos bien los deberes, realizaron una primera mitad pletórica y supieron superar el varapalo que supuso un penalti en contra a los dos minutos. El equipo de Romero reaccionó de manera fulgurante y Aloisio puso colofón a una excelente combinación de toda la delantera ourensana cuando todavía no había transcurrido el primer cuarto de hora.
El Ourense estaba metido en el partido y todo apuntaba a que llegaría antes el tanto visitante que el local. Cambiaron las tornas en la segunda mitad. El Fuerteventura metió más artillería en el campo con la entrada de Maciot y los ourensanos tuvieron que recular durante 20 minutos de gran presión. Ahí emergió la figura de Manu Taranilla, que realizó dos intervenciones soberbias.
Romero reaccionó con dos cambios para aportar más oxígeno, retiró a Álvaro y Anxo y dio entrada a Juan Estévez y a Martín. Paulatinamente volvieron a hacerse con el control los visitantes e incluso en la recta final pudieron adelantarse en una veloz contra, pero el balón se estrelló contra el portero.
A falta de diez minutos para el final les llegó a los ourensanos la noticia de que el Universidad había marcado en Santa Brígida. Ello provocó que ralentizasen algo el juego, ya que el empate era un muy buen resultado. Sin embargo, llegó el mazazo. Todavía con los rojillos casi celebrando la derrota momentánea del Santa Brígida, y en pleno descuento, se produjo el empate. Derrumbe general y ahora toca ganar al Alcorcón y que no lo haga el Santa Brígida en Tenerife.
