Fútbol

Rebelión en el césped

Viveiro y Ribadumia disputaron ayer en Santiago la final por el título de la Preferente.
photo_camera Viveiro y Ribadumia disputaron ayer en Santiago la final por el título de la Preferente.
Algunos clubes tratan de liderar un plante a una semana de empezar la liga con argumentos sanitarios, pero reconociendo que con más ayudas no les importaría jugar

El próximo domingo está fijada en el calendario la primera jornada de una Tercera División que, como el resto de deportes y categorías, se presenta imprevisible. En plena cuenta atrás han empezado a surgir voces críticas con este arranque de la competición y algunos, como el presidente del Ribadumia incluso avanzaba en el programa Galicia en Goles, de la Radio Galega, que su equipo no viajaría a Ourense para jugar el primer partido de liga.

El presidente, Antonio Serantes, matizaba esa "amenaza" a la llamada de La Región: "Nosotros no tenemos nada en contra del Ourense CF, pero creemos que la situación en la que está la ciudad no es propicia para jugar un partido de fútbol. No decimos que no vayamos nosotros solos, lo que defendemos es que no se empiece la liga para nadie y lo decimos nosotros y otros 19 equipos de los 24 que formamos la categoría en Galicia. Si hay competición nosotros no nos saltaremos las normas, aunque mis jugadores están muy preocupados con la situación actual".

Amistosos sí, pero liga no

Una preocupación que no impidió al Ribadumia y a la mayoría de los equipos de la liga jugar durante todo el fin de semana partidos amistosos con las mismas medidas y ante los mismos rivales a los que se medirán en la liga.

Esa rebelión de última hora a la que se refiere Serantes se basa en una reunión telemática mantenida con la asociación ProLiga, independiente de la Federación Gallega y de la Española, a la que pertenece esta competición.

Esa "presión" colectiva llega a última hora pese a tener los clubes toda la información sobre las medidas a tomar para el regreso a la competición desde hace más de un mes (10 de septiembre) cuando se conoció el protocolo del Consejo Superior de Deportes (CSD) y desde el 25 de septiembre el elaborado por la Federación Española de Fútbol (RFEF).

La Tercera División está considerada una competición nacional, pese a estar compuesto cada grupo solo por equipos de una misma comunidad. Por ese motivo depende de la RFEF y no de la Federación Gallega. A día de hoy Galicia se encuentra en, ratio y en cifras totales, entre las comunidades menos afectadas por el covid en España, pero los demás grupos no plantean medidas de presión como las que sugieren los clubes gallegos.

Serantes aporta dos argumentos más que ya no tienen nada que ver con la situación epidemiológica de Ourense: "Somos clubes totalmente amateur y con el protocolo actual nos resulta inviable pagar todos los test que se nos exigen".

Suena rotundo, pero la calculadora le quita peso a ese argumento. El protocolo para jugar en Tercera División exige a los clubes que realicen dos test serológicos cada 14 días. Poniendo una cifra máxima de 30 test por equipo y que el precio de los test es ahora de 5,60 euros (más IVA), ese desembolso "inasumible" no llega a los 350 euros al mes. Eso sí, al coste de los test tienen que añadirle la realización de los mismos.

Además, los clubes que reclaman más descuentos o incluso la liberación de ese compromiso cuentan con ayudas económicas por parte de la Federación Española. 

Por el proyecto "Cantera en Valores" de la UEFA reciben casi 9.000 euros y del "Impulsa 23" de la RFEF, 50.820 euros. 

Incluso algunos clubes de Tercera "disparan" contra las ayudas que tendrán los de Preferente para asumir los costes de los test, pero obviando que estos no tienen, por ejemplo, ingresos de televisión como si tienen ellos y que esta pasada campaña fueron de 50.800 euros.

Los clubes quieren que los liberen de costes sanitarios obligatorios mientras algunos han hecho plantillas sin escatimar en gastos

El Jefe Médico

Otro de los puntos que reclaman los clubes es la eliminación del Jefe Médico del Club (JMC), el responsable de confirmar que el club está realizando correctamente todas las medidas a las que obliga el protocolo. Los club quieren que sea la Federación la que asuma ese coste contratando a los JMC y alegando que su coste es también inasumible "en su partida presupuestaria"

Los aseguran y lo firman algunos clubes con proyectos que incluyen fichajes con "nóminas" mucho más altas que los citados JMC que reclaman e incluso algunos con fichajes pendientes de anunciar mientras piden más ayudas económicas.

El presidente del Ribadumia en ese punto se ciñe a un aspecto más humano: "Soy personal sanitario, sé de lo que estoy hablando, y a ¿Quién le coloco yo ese muerto en mi club? ¿Quién va a querer ser ese responsable en un club amateur?".

La conclusión suena a un "todos a una" como medida de presión que tiene a la Federación Gallega de Fútbol en el punto de mira cuando los clubes juegan una liga que pertenece a la Federación Española y por un protocolo que exige la Xunta de Galicia. Una "amenaza" al inicio de la liga con otros deportes y otras competiciones con muchas menos ayudas pendientes para pedir cita.

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