El conjunto ourensano tuvo tres oportunidades para imponerse a un Chapela que llegó a tener nueve goles de ventaja
El Carnes do Ribeiro firmó este sábado ante el Chapela un meritorio empate, que pudo ser una victoria, en lo que fue el debut del conjunto de Ribadavia ante su siempre animosa afición.
Con el pabellón de O Consello lleno de aficionados dispuestos a disfrutar de la tercera categoría del balonmano nacional, el conjunto de Berto Miguélez saltó a la cancha frío, quizá atenazado por disputar el primer encuentro como local del curso.
Demasiado estáticos en ataque y sin ideas, los ourensanos vieron como el rival, entrenado por el experimentado Fran Teixeira abría las primeras rentas cubierto el ecuador de la primera mitad.
Entre las dudas y con la mayor renta a favor del Chapela en el marcador (6-15, min. 25), el Ribeiro reaccionó y cortó la hemorragia, aprovechando dos exclusiones prácticamente consecutivas del Chapela al filo del descanso (11-17).
Tras el paso por los vestuarios, los ribadavienses parecieron otros. Con mucha más intensidad y sufrimiento, fueron arañando goles a los pontevedreses, que vieron impotentes como a falta de 20 minutos por jugar el Ribeiro se ponía por delante en el electrónico.
A partir de ese momento, intercambio de goles entre ambos conjuntos, disposición táctica de doble pivote para los locales y muchas más opciones de anotación.
En los compases finales, con 32-32 en el marcador, el Ribeiro tuvo en sus manos la victoria pero tras estrellar el balón en dos ocasiones contra el portero, el tercero y definitivo lanzamiento entró fuera de tiempo en la red.
