El centrocampista del Bande, que se formó en la cantera del Deportivo, asegura que "tenemos un equipo para estar más arriba en la clasificación"
Ginebra, allí fue donde nació el jugador del Bande, Sebas Cid, hace 20 años. Hijo y nieto de emigrantes ourensanos en Suiza, empezó a jugar al fútbol en el Servette, el mejor club del país helvético. Hace cuatro aterrizó en A Coruña para jugar en la base del Deportivo. "Hice un prueba con el Dépor, me cogieron y estuve allí los tres años de juvenil, tuve la suerte de ser habitual en las alineaciones tanto en Liga Nacional como en División de Honor, donde fuimos subcampeones. El verano pasado, sorprendentemente, abandoné el club cuando me habían dicho que iban a contar conmigo para que jugara en el Laracha (club vinculado al Deportivo). Pero dos días antes de empezar la pretemporada, me dijeron la contrario y sigo sin saber por qué", recuerda Sebas.
Cuando quedaba menos de una semana para empezar la temporada, el exjugador del Deportivo recaló en el Ourense CF: "Estuve entrenando con el equipo varias semanas pero no tuve la suerte de disponer de muchos minutos, por lo que decidí aceptar una oferta que me realizó el Bande".
Primera experiencia sénior
En la jornada nueve debutó con el conjunto banduense y desde entonces lo ha disputado prácticamente todo, anotando además siete goles. Sebas reconoce que "empezamos bien, pero de repente todo se torció y sufrimos ocho derrotas seguidas, lo cuál es muy jodido, porque son dos meses sin puntuar y ahora lo pagamos en la clasificación".
El pasado domingo se terminó la mala racha gracias a la victoria banduense ante el Antela con el solitario gol de Sebas. "Nos sacamos un peso de encima, ahora nos quedan partidos contra equipos que se están jugando la salvación y somos conscientes de que hay que ganar sí o sí".
Pese a la clasificación, el joven jugador asegura que "creo que tenemos un equipo para estar más arriba, hay conjuntos por encima de nosotros que a mí entender no son mejores".
En relación a poder conseguir la salvación con los temidos arrastres, sostiene que "nosotros tenemos que preocuparnos de lo nuestro, sumar el máximo número de puntos y controlar lo que está en nuestras manos, lo demás que sea lo que Dios quiera".
En su primer año como sénior, Sebas analiza las diferencias entre el fútbol base y el modesto: "Estaba acostumbrado a un fútbol de cantera, de tocar más el balón y de jugar en buenos campos y ahora en Preferente estoy aprendiendo ese otro fútbol, que me está haciendo madurar y crecer como futbolista".
Finalmente, el ex Servette destaca "el gran ambiente del vestuario y cuando las cosas nos fueron mal, estuvimos más unidos que nunca".
