El Atlético Arnoia regresó al campo de A Queixeira, que pese a estrenar nuevos tepes se volvió muy pesado con el pasar de los minutos, con un empate sin goles frente al Villalonga en un partido donde el protagonista fue el colegiado Táboas Lagoa, que mostró 14 amarillas (dos de ellas dobles) y dos rojas directas al cuerpo técnico del equipo arnoiés. Los de Adrián Padrón fueron de más a menos y vieron como el guardameta Rui Santos paró un penalti en el minuto 50.
Durante el primer acto, los locales arrancaron bien, intentando presionar la salida de balón de los visitantes, fruto de ello llegó la primera ocasión. Rubén Arce, que ayer jugó como “9”, centró desde la izquierda y Kike conectó un cabezazo que blocó Rodri. Cuando no se había llegado al cuarto de hora de juego, el visitante Álex probó a Rui Santos con un disparo cruzado que resolvió el meta portugués. Aunque los de Padrón tenían el dominio, las contras del Villalonga eran muy peligrosas y al filo de la media hora, Tomás Abelleira tiró por encima del larguero cuando estaba totalmente solo en el punto de penalti. El primer acto finalizó con un centro por la izquierda de Adrián Presas que empaló Rubén Arce con una volea desde la frontal del área que se fue rozando la escuadra.
Tras el paso por los vestuarios, el conjunto arnoiés salió con menos intensidad que en la primera parte y lo pagó pronto. El centrocampista visitante Javi Otero recogió el balón en su propio campo y tras irse por velocidad de Pablo Roca se plantó ante Rui Santos, que lo derribó dentro del área. La pena máxima fue botada por Carlos Gómez, pero el portero luso adivinó el lado y despejó el lanzamiento. El rechace lo estrelló en el travesaño Eloy.
Expulsión de Josu
Durante la primera hora de juego, el partido se desarrolló con normalidad, pero tras la rigurosa expulsión de Josu por doble amarilla todo cambió. El árbitro Táboas Lagoa perdió el control del encuentro y las interrupciones, faltas, tanganas y disputas fueron una constante. Numerosos jugadores recibieron amonestaciones en un encuentro donde los locales mejoraron cuando se quedaron con diez futbolistas. Durante los últimos treinta minutos no hubo muchas situaciones de peligro, las más destacadas del Arnoia fueron un ajustado disparo desde la frontal de Adrián Presas y un chut con el exterior de Rubén Arce, todas ellas se encontraron con las intervenciones del portero visitante Rodri.
Pese a jugar con un futbolista más, el Villalonga apenas inquietó la portería defendida por Rui Santos y en el minuto 77 también se quedó con diez por la doble amarilla de Guachi. Debería haber sido expulsado también Bisti, que le dio un cabezazo a Adrián Presas que el árbitro no vio. Al final, un punto que no despeja las dudas de un Arnoia que afronta el inicio de la segunda vuelta muy cerca del descenso.
