La Unión Deportiva Ourense continúa de dulce. Ayer le endosó una manita a un Arzúa que metió el miedo en el cuerpo a los rojillos tras irse 0-1 en el descanso. El conjunto unionista no quería sorpresas y arrancó el encuentro con un ritmo de juego muy alto y metiendo a los coruñeses en su área. A los tres minutos del pitido inicial, Yelco Alfaya reclamó penalti por un derribo del meta Chema que el colegiado no consideró punible y poco después, Martín López dispuso de dos disparos desde la frontal para marcar, pero el portero visitante estuvo acertado.
Poco a poco, el Arzúa se fue sintiendo cómodo en el verde y el 5-3-2 del “viejo zorro” Chus Baleato en bloque bajo abortaba los acercamientos de los locales. En el minuto 40 llegó la jugada clave del primer tiempo. Una pared entre Rojo y Luismi terminó con un tiro a bocajarro del primero que despejó in extremis Chema. Acto seguido, los blaquiazules montaron un contraataque que finalizó en los pies de Santi Taboada, quien desde la frontal del área armó un disparo que se coló por la escuadra izquierda de la meta defendida por un inédito Álex Cobo. Los primeros 45 minutos finalizaron con un gol anulado por fuera de juego de Santi de Prado.
Pese a ir perdiendo en casa contra el colista, Jorge de Dios decidió no hacer cambios en el descanso y darle confianza al 11 que salió de inicio. La apuesta no pudo salir mejor, ya que al cuarto de hora de la reanudación la remontada ya se había consumado.
El empate lo consiguió Yelco Alfaya con un disparo raso al segundo palo tras una buena combinación por el sector derecho de Santi De Prado y Luismi. Poco después, el propio Alfaya aprovechó un pase raso desde 35 metros de un omnipresente Champi para batir en el mano a mano a Chema.
Lo más complicado ya estaba hecho, pero la UD Ourense olió sangre y quiso más. En el minuto 79, Champi botó un córner desde la izquierda que fue rematado dentro del área pequeña por Alberto Nóvoa, cuyo rechace del meta coruñés fue aprovechado por Labrada para hacer la sentencia (3-1).
Diez minutos antes, Chus Baleato había decidido jugar con cuatro atrás, aunque ya era demasiado tarde y el Arzúa apenas incomodó a Álex Cobo.
Dos goles más
Lo que sí llegaron fueron dos tantos más de los ourensanistas. El banquillo volvió a ser decisivo y una dejada de José Pérez la recogió Antón Guisande para marcar el cuarto de fuerte chut. Ya en el descuento, Guisande logró el doblete al cabecear al fondo de las mallas un centro desde la izquierda de Yelco Alfaya con un Arzúa ya entregado.
Al final, 5-1 para una UD Ourense que, una vez más, volvió a sentir el calor de sus aficionados para mantenerse en lo alto de la tabla clasificatoria.
