Deporte Local

Un año para volver a empezar en el deporte ourensano

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El 2020 empieza con la mayoría de los clubes ourensanos en parecida situación a la que tenían hace 12 meses en cuanto a categoría y objetivos

Punto y final a un 2019 que deja al deporte ourensano como estaba. Doce meses después Ourense sigue en LEB Oro, acumulando boletos en Tercera y compitiendo con más méritos que medios en fútbol sala, rugby, balonmano o voleibol. Sin más opción de acercarse al deporte de élite que un COB que sigue empeñado en hace mucho con muy poco y con referentes individuales que pisan podios incluso nacionales absolutos, pero con escasas opciones para sentar a la provincia delante de la televisión en pleno verano y ampliar la demasiado corta lista de ourensanos en unos Juegos Olímpicos que apuntan otra vez a "desierto" local.

Ourense parece haberse acostumbrado definitivamente a no soñar con el deporte de máximo nivel. Demasiado lejos la élite que sí tienen en Ferrol (fútbol sala), Lugo (fútbol, fútbol sala y baloncesto femenino), Pontevedra (balonmano) o Santiago (baloncesto) y por tanto sin justificación para ello. Impensable, pero ahí sí que injusta, comparación con A Coruña o Vigo.


Los clubes ourensanos siguen compitiendo en inferioridad de condiciones


Lastrados por zancadillas en casa de los mismos que sí apoyan con mucho más en las provincias que los rodean.

El cuarteto que encabeza el futbol provincial lo sabe bien. Ve como le pasan por delante clubes como Racing de Ferrol y teniendo que rozar la perfección para competir con el Compostela. El 2019 tampoco trajo el anhelado ascenso a Segunda B. Ni siquiera una promoción de ascenso que llevarse a la boca.  La categoría de bronce, la del purgatorio en el que nadie quiere estar, sonaría aquí a paraíso. Así estamos.

En baloncesto qué decir. Breogán o Básquet Coruña ya triplican en presupuesto a un COB que volvió a ser lo mejor del año que acaba. Se quedó a dos partidos del ascenso a la ACB tras una temporada sensacional, un play off espectacular y una Final Four en la que cayó con la cabeza alta y 600 ourensanos animando en Bilbao. La recompensa fue perder a la mayoría de los jugadores que intentó renovar y tener que empezar otra vez prácticamente de cero. Y ya vuelve a estar ahí, en la pelea por un ascenso con el que se niega a dejar de soñar.

Más de lo mismo en un fútbol sala femenino que recupera el derbi gracias a un Cidade das Burgas con todo el mérito del mundo y que ahora paga peaje tras el ascenso. Quizá le falte maduración a las encargadas de tomar el relevo de las Vanessa Sotelo o Iria Saeta, pero sabiendo que cuando eclosionen volverá a perderlas por ofertas superiores. 

Por encima (en la clasificación) un Envialia que roza la perfección para conseguir ser el mejor de la "otra liga". Lo de ganar la liga ya suena utópico también en este deporte. Aquí hay "ciudades" gigantestas con las que sería injusto competir. "Ciudades" como Burela.

El Campus es otro que tal baila. Se empeñó en dar clases gratuitas de rugby a una ciudad que había puesto interés en conocer este deporte. De paso se metió en la fase de ascenso a la máxima categoría nacional con un bloque con muchas caras ourensana, retoques de calidad y un entrenador que da sentido al proyecto.

Su premio a la enorme temporada realizada fue hacer maleta y jugar esta campaña en Vigo o A Coruña por no tener su campo en condiciones.

El hockey hierba lo pasó mucho peor y acabó descendiendo en el campo en mayo para luego ascender en los despachos en agosto. Un regalo que han sabido aprovechar para convertir esta temporada en puntos los muchos méritos que demostraron la temporada pasada en partidos que siempre salieron cruz.

El Carnes do Ribeiro (balonmano) y el Aceites Abril (voleibol) tratan de consolidarse en la tercera categoría nacional. Los primeros, con una afición que justifica cualquier esfuerzo y los segundos, dando pasos adelante tanto en sala como en playa para seguir captando licencias y seguidores.

Clubes todos con mucho esfuerzo y pasión en los despachos y en los banquillos para compensar el castigo a la falta de implicación y de apoyo al deporte provincial.

El deporte ourensano se come las uvas soñando con que alguna vez puedan competir en igualdad de condiciones al resto de clubes gallegos. ¿Qué serían capaces de hacer entonces?


El COB, a dos partidos de la Liga ACB


El COB completó en 2019 una de las temporadas más meritorias de su historia. Empezó la liga con la permanencia como objetivo y acabó a dos partidos del ascenso.
Los de Gonzalo García de Vitoria estuvieron siempre en zona de play off y perdieron el factor pista en la última jornada de liga.

El Oviedo fue su rival en los cuartos de final y los ourensanos resolvieron por la vía rápida. Ganó los dos partidos de Oviedo y resolvió en el Pazo con un Jhornan Zamora extraordinario.
Billete a un Final Four de Bilbao que estrenaba formato y fue todo un éxito. El COB cayó en semifinales ante un Palma que acarició el ascenso, pero cayó ante la fortaleza de los anfitriones y un pabellón con 11.00 personas en las gradas. Más de 600 ourensano estuvieron en Bilbao creyendo una vez más en un ascenso a la Liga ACB que volvió a quedar demasiado cerca.


El ascenso: objetivo común


El 2019 ha sido también un añode de confirmación para los equipos ourensanos de Tercera División y para el Campus Ourense de rugby. Por primera vez en su historia, se metió en una fase de ascenso a División de Honor tras lograr ser el segundo mejor tercer clasificado de los tres grupos de la División de Honor B. Los de David Monreal se midieron al Ciencias Sevilla, equipo que eliminó a los ourensanos tras ser superior en los dos encuentros.

Otra de las noticias agradables del año fue la buena actuación de Barco, Ourense CF, UD Ourense y Arenteiro. Por primera vez en mucho años los cuatro equipos ourensanos lograron conseguir la permanencia en Tercera, es más, pontinos y valdeorreses estuvieron luchando hasta la última jornada por el ascenso a Segunda B.

Además, el fútbol sala femenino recuperó para la máxima categoría al Cidade de As Burgas, que tras un año en Segunda División consiguió el ascenso a Primera. También es digno de mención, la temporada del Ourense Envialia, que logró el tercer puesto en una liga muy igualada, en donde Futsi y Burela disfrutan de presupuestos inalcanzables para el resto de equipos del campeonato. 

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