FÚTBOL BASE

Un hasta pronto en Os Remedios

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photo_camera El pabellonista David Quintá se apresura a controlar la pelota aunte un jugador rival.

El Pabellón juvenil cayó ante el Racing de Santander en la despedida de la temporada y de la División de Honor tras seis participaciones consecutivas

Se acabó lo que se daba. El curso del sufrimiento en lo clasificatorio para el Pabellón juvenil llegó a su fin y lo hizo con una derrota por 2-4 ante el Racing de Santander en el partido en el que los verdiblancos se despidieron de la temporada y de la División de honor tras seis participaciones consecutivas en la élite nacional. La próxima temporada toca lidiar con la Liga nacional.

El guión de la cita ante los santanderinos no fue diferente al de otros muchos encuentros. Inicio esperanzador del Pabellón al que le siguieron unos minutos que le hicieron tirar el partido y reacción final para maquillar el resultado.

Los compases iniciales de la última cita de la temporada mostraron a un conjunto local con muchas ansias. No dispusieron de excesivas ocasiones pero eran dominadores. Pero el Pabellón no logró sacarse ni siquiera en el partido de despedida su san Benito de equipo débil en el plano mental. Encajó el 0-1 en el minuto 20 y después de unos minutos en los que parecía pasada la media hora encajó en apenas siete minutos tres goles que le hacían perder todas las opciones en el partido.

En el descanso, enésima arenga en el vestuario para tratar de recomponer al equipo y dio resultado. Entre los ánimos renovados del Pabellón y que el Racing puso el motor al ralentí el partido cambió. Apenas se llevaban tres minutos de la continuación cuando una falta ejecutada por Carlos Villar puso el 1-4 en el marcador. La distancia se redujo un poco más cuando cuatro minutos después Rivero recogió un pase largo, tocó con la puntera para elevar la pelota ante la salida del meta visitante y remachó con la cabeza al fondo de la portería (2-4, minuto 52).

Entonces el Racing se puso serio y el Pabellón solo tuvo una ocasión más en los casi 40 minutos que faltaban. Fue un tiro lejano de Rivero tras un toque en corto en el saque de una falta, en el minuto 77. Insuficiente para que los locales pelearan por los puntos.

Para entonces los santanderinos creaban ocasiones, la más clara un mano a mano de Íñigo Sainz que solventó el meta Xoán, que jugó los segundos 45 minutos.

El Pabellón y el fútbol base provincial dicen adiós a la División de honor. Que sea un hasta pronto.

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