Los pontevedreses supieron leer el partido a la perfección y apenas dieron opción alguna al equipo que dirige Vila
El 'efecto Rozavales' llegó a su final. El Monterrey cayó sin remisión (1-4)ante el líder Vilalonga que demostró traerse la lección muy bien aprendida. Y es que el todopoderoso Vilalonga, que lleva todos los partidos ganados hasta el momento, muy pronto dejó claras sus intenciones. Antes del primer gol, avisaron Diego Blanco y Santos, pero a los doce minutos, un centro de Pablo Porta lo cabeceó a la escuadra Diego Blanco, 0-1.
Rozavales es un campo en el que el Monterrey se desenvuelve bien, y en el que las reducidas dimensiones hacen de un saque de portería o de banda, que se cree peligro. Eso mantenía a los locales en el partido. Porque tras el 0-2 de nuevo de Diego Blanco, el local Pedro acortó distancias y metió a su equipo en el partido.
Fue un espejismo, porque el Vilalonga era muy superior. A la vuelta del descanso, hizo el 1-3 al irse el mencionado Blanco de dos rivales y ceder a Pablo Porta para que marcase. Si el partido no estaba sentenciado, lo estuvo en el minuto 61 cuando el meta Arón no tuvo más remedio que derribar a Diego Blanco. Roja y el delantero Lopezosa, ante la falta de portero suplente a la portería. Y se defendió bien, hasta que en el 90, Pazos se fue de todos sus rivales y le batió de tiro raso. El Monterrey vivió ayer la realidad de la Preferente ante un equipo que no era su liga, sus guerras son otras.
