ATLETISMO

"Yo lo vi en Ourense"

Orlando Ortega fue el gran dominador de los 60 metros vallas (XESÚS FARIÑAS).
photo_camera Orlando Ortega fue el gran dominador de los 60 metros vallas (XESÚS FARIÑAS).
El dominio de Orlando Ortega le hace ser un serio aspirante a la gloria en los Juegos Olímpicos

Faltaban ojos o sobraban ganas de ver todo lo que sucedía en Expourense. Las expectativas eran muy altas y, en la primera jornada del Nacional, se cumplieron una por una. El cielo gris del exterior contrataba con la luminosidad de una pista rápida, que propició un sinfín de marcas personales y mejores registros de la temporada.

Uno de los ilustres fue Orlando Ortega. Tiene un currículum para empapelar Expourense de arriba a abajo. Y se encuentra pletórico. Lo demostró en los 60 vallas, su especialidad, con un oro sin discusión, rozando la dictadura. Mismo metal por el que luchará hoy en los 60 lisos, con los que también se atrevió. Cuando en los Juegos de Tokio lo veamos por televisión, con todas las opciones del mundo del oro, muchos dirán "yo lo vi en Ourense".

En las gradas, todas las generaciones habidas y por haber. Madres, padres, abuelos y nietas, todos disfrutando del atletismo. Unos soñando con lo que pudo ser en sus tiempos mozos, otras soñando con lo que les puede deparar el futuro. Porque el Campeonato de España no solo tiene lugar en la pista. Muchas y muy variadas pequeñas historias tuvieron lugar en las localidades.

En la cola de entrada, esperando su turno todavía media hora antes de que arrancase la sesión de tarde,  una niña le espetó a su padre "cuando sea atleta, ¿también tendré que esperar la cola?". Lo tiene claro. Va a ser atleta. El abnegado padre, con una sonrisa, respondió "si luego no pones mala cara al ir a entrenar, a lo mejor".


Dolor y alegría


Fueron dos de tantos espectadores que aguantaron sin moverse. Vieron lo que es el deporte en su esencia más pura. Alegrías, por supuesto. Pero también decepciones. Y es que el día dejó varias lesiones en plena carrera. Hubo lágrimas y gritos de frustración, que hicieron que los deportistas recibieran el apoyo del respetable con una mayor dosis de cariño si cabe.

Mención especial para María Vicente. La joven pentatleta, campeona mundial sub-18, mantuvo su título nacional por solo 20 puntos, pero en la última prueba acabó lesionada y con el rostro al borde del llanto. Las dos caras de la moneda, aunque al final predominaron las sonrisas.

Las estrellas del presente intentan competir en carisma con las del pasado. Ruth Beitia, Juan Calos Higuero o Fermín Cacho fueron algunos de los referentes históricos que se dejaron ver en Ourense. A sus espaldas, recuerdos y medallas. Ahora les toca ver los toros desde la barrera.

Vieron, por ejemplo, a un Javier Colomo que protagonizó una de las anécdotas de la jornada. Fue descalificado en los 60 vallas. Recurrió, ganó el recurso y volvió a correr una serie en solitario. Acaparó todas las miradas. Y brilló, consiguiendo su pase a la final. El grito de rabia que pegó al cruzar la meta retumbó en Expourense.

A nivel marcas, hay que poner en valor el récord del campeonato que consiguió Paula Sevilla (Playas de Castellón) en las semifinales de los 200 metros. 

Fue un día para el recuerdo. La primera vez que un Nacional de atletismo aterriza en Galicia y lo ha hecho en Ourense. Un debut de categoría. Lo mejor de todo, que hoy todavía restan cuatro horas de deporte repletas de finales. Más y mejor. Otra ocasión para ponerse las zapatillas. Y las botas.

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