El Alavés sumó una nueva derrota en casa y, tras la derrota ante el Rayo Vallecano por 0-2, continúa su caída libre, ya que ni con la llegada de su tercer técnico es capaz de ganar un partido en su campo para enderezar un rumbo errático.
La sucesión de errores defensivos volvió a condenar al Alavés que en dos acciones puntuales entregó los tres puntos al Rayo Vallecano. La incapacidad para despejar dos balones fue el origen de los tantos madrileños.
El Rayo Vallecano se acerca al ascenso con la cuarta victoria consecutiva. Al conjunto de Pepe Mel le bastó con una buena colocación, orden y paciencia para aprovechar los regalos vitorianos y asegurar los tres puntos.
Javi López revolucionó la alineación vitoriana con la presencia de Fagoaga, Cabrera y la pareja atacante formada por Javi Guerra y Juanjo. No hubo tiempo para calibrar las novedades y su efecto en el juego. En el minuto cuatro, una defectuosa salida de Bernardo en un saque de esquina y un mal despeje de Javi Guerra dejaron el balón para que Coke adelantara al Rayo Vallecano.
Con el marcador a favor, el Rayo Vallecano no optó por encerrarse y Aganzo metió de nuevo el miedo en el cuerpo con un rechace que Fagoaga desvió a córner.
La angustia de estar en la cola de la tabla, los nervios por el estreno del técnico y un temprano marcador desfavorable hicieron el resto para que el Alavés ofreciera una imagen de desorientación.
Emilio asumió el mando del Alavés, pero no conectó con los hombres de ataque, ni recibía ayudas con desmarques por las bandas.
Un saque de falta suyo dejó el balón a los pies de César y Juanjo, pero no supieron batir a Cobeño. Pasada la media hora la mejor ocasión local llegó con un disparo de Javi Guerra que la defensa vallecana taponó.
El Rayo Vallecano supo jugar sus bazas y, bien plantado sobre el campo, se limitó a esperar el habitual regalo del Alaves. En el minuto 38 un balón a Aganzo lo despejó Bernardo con la cabeza. El rechace cayó a pies de Jofre que, desde 35 metros, envió una vaselina que supuso el segundo gol franjirojo.
La situación empeoró aún más para el Alavés que, en el minuto 43, se quedó con diez al ver Fagoaga la tarjeta roja directa en una acción donde dejó en evidencia que no está en condiciones para jugar.
Reorganizó Javi López a sus hombres en el segundo tiempo con la entrada de Astudillo en el centro y Almirón en la defensa. Con un hombre menos, el Alavés recurrió a colgar balones, esperando que Juanjo o Javi Guerra pudieran cazar alguno en el área.
El Rayo Vallecano consciente de la cómoda ventaja buscaba algún contragolpe, pero con dos hombres como Mel y Aganzo con pasado alavesista no quiso ensañarse con un Alavés en estado crítico.
Pudo llegar el tercer gol madrileño en una contra que Jofre estrelló en el poste de la portería vitoriana.
El Rayo Vallecano se acerca al ascenso con la cuarta victoria consecutiva. Al conjunto de Pepe Mel le bastó con una buena colocación, orden y paciencia para aprovechar los regalos vitorianos y asegurar los tres puntos.
Javi López revolucionó la alineación vitoriana con la presencia de Fagoaga, Cabrera y la pareja atacante formada por Javi Guerra y Juanjo. No hubo tiempo para calibrar las novedades y su efecto en el juego. En el minuto cuatro, una defectuosa salida de Bernardo en un saque de esquina y un mal despeje de Javi Guerra dejaron el balón para que Coke adelantara al Rayo Vallecano.
Con el marcador a favor, el Rayo Vallecano no optó por encerrarse y Aganzo metió de nuevo el miedo en el cuerpo con un rechace que Fagoaga desvió a córner.
La angustia de estar en la cola de la tabla, los nervios por el estreno del técnico y un temprano marcador desfavorable hicieron el resto para que el Alavés ofreciera una imagen de desorientación.
Emilio asumió el mando del Alavés, pero no conectó con los hombres de ataque, ni recibía ayudas con desmarques por las bandas.
Un saque de falta suyo dejó el balón a los pies de César y Juanjo, pero no supieron batir a Cobeño. Pasada la media hora la mejor ocasión local llegó con un disparo de Javi Guerra que la defensa vallecana taponó.
El Rayo Vallecano supo jugar sus bazas y, bien plantado sobre el campo, se limitó a esperar el habitual regalo del Alaves. En el minuto 38 un balón a Aganzo lo despejó Bernardo con la cabeza. El rechace cayó a pies de Jofre que, desde 35 metros, envió una vaselina que supuso el segundo gol franjirojo.
La situación empeoró aún más para el Alavés que, en el minuto 43, se quedó con diez al ver Fagoaga la tarjeta roja directa en una acción donde dejó en evidencia que no está en condiciones para jugar.
Reorganizó Javi López a sus hombres en el segundo tiempo con la entrada de Astudillo en el centro y Almirón en la defensa. Con un hombre menos, el Alavés recurrió a colgar balones, esperando que Juanjo o Javi Guerra pudieran cazar alguno en el área.
El Rayo Vallecano consciente de la cómoda ventaja buscaba algún contragolpe, pero con dos hombres como Mel y Aganzo con pasado alavesista no quiso ensañarse con un Alavés en estado crítico.
Pudo llegar el tercer gol madrileño en una contra que Jofre estrelló en el poste de la portería vitoriana.
