Vettel, que el año pasado se convirtió en el campeón del mundo más joven de la historia y está a punto de convertirse también, a los 24, en el de menor edad en repetir, firmó su décima pole en trece carreras confirmando su condición de insaciable. Fue el más rápido en el templo de la velocidad, en el trazado italiano de Monza.
En su mejor vuelta cubrió los 5.793 metros de la pista lombarda en un tiempo de un minuto, 22 segundos y 275 milésimas. Lo que supone que lo hizo a una media de 253,4 kilómetros a la hora. Y que le sacó, donde no lo esperaba, cuatro décimas y media al inglés Lewis Hamilton, que fue segundo.
Alonso hizo lo que pudo para optimizar los recursos de un Ferrari al que poco más parece que se le pueda sacar esta temporada. Giró en 1:22,841, medio segundo (566 milésimas) más lento que Vettel. Una victoria en casa parece una utopía.
MONZA, 14,00. LA SEXTA.
Alonso hizo lo que pudo para optimizar los recursos de un Ferrari al que poco más parece que se le pueda sacar esta temporada. Giró en 1:22,841, medio segundo (566 milésimas) más lento que Vettel. Una victoria en casa parece una utopía.
MONZA, 14,00. LA SEXTA.