La Comisión Antiviolencia propuso ayer multas que comprenden entre los 3.500 y los 5.000 euros de multa y entre los seis meses y los dos años de prohibición de acceso a recintos deportivos para 21 aficionados que protagonizaron los altercados que se produjeron en los instantes previos al choque de Copa que enfrentó al Celta contra el Atlético.
Los altercados que se produjeron antes del Celta-Atlético les saldrán bastante caros a algunos de los que los ocasionaron, entre ellos a varios miembros de la peña radical del conjunto madrileño Frente Atlético. La Comisión Antiviolencia, reunida ayer, valoró lo ocurrido por medio de los partes policiales y propuso multas que llegan a los 5.000 euros y a los dos años de prohibición de acceso a cualquier recinto deportivo para las 21 personas que fueron identificadas por la Policía. Diecisiete de estos aficionados se enfrentan a la máxima pena ya referida y se les acusa de causar daños de consideración en automóviles y mobiliario urbano mientras se dirigían al estadio. Una vez ahí, se enfrentaron violentamente a otros aficionados, transeúntes y agentes policiales, lanzando todo tipo de objetos contundentes. Por otra parte, Antiviolencia propone multa de 4.000 euros y prohibición de acceso a cualquier recinto deportivo por un período de 12 meses a un aficionado que, en el partido Celta-Atlético de Madrid, se enfrentó a un agente de la policía con una botella de cristal con la que quería golpearle. La última de estas peticiones de Antiviolencia multa de 3.500 euros y prohibición de acceso a cualquier recinto deportivo por un período de seis meses es para tres aficionados que durante el transcurso del encuentro insultaron gravemente de manera reiterada a los agentes policiales. Estos altercados, salvo los últimos referidos, se produjeron en las inmediaciones del estadio en los instantes previos al encuentro y estuvieron protagonizados por integrantes de la peña Frente Atlético, que, según testigos presenciales, habían preparado una encerrona a los aficionados célticos encuadrados dentro de la peña Celtarras. Los hinchas radicales rojiblancos, de ideología neonazi, acudieron por sorpresa y zafándose de la escolta policial al bar donde se suelen reunir los Celtarras habitualmente antes de los partidos. Allí, agredieron a los aficionados que allí estaban presentes, llegando a producirle a un menor de edad una brecha en la cabeza que necesitó de cien puntos de sutura. Una vez comenzado el partido, los hinchas rojiblancos fueron ubicados en la grada de Río Bajo, donde ya no se produjeron más incidentes.
