El ex capitán del Real Madrid recibió un emotivo homenaje en un partido en el que se permitió el lujo de marcar un gol

El Bernabéu se rinde a Raúl

Raúl González, saludando a la afición madridista. (Foto: ALBERTO MARTÍN)
Raúl González saboreó los últimos minutos con la camiseta del Real Madrid en un Trofeo Santiago Bernabéu convertido en homenaje a una leyenda del madridismo, que desbordó emoción y reconocimiento de la afición en la despedida que merecía un jugador de época, que volvió a marcar de blanco en el 5-0 ante el Al Sadd qatarí, su actual equipo.
Disfrutó de cada segundo de su día, lo saboreó sintiendo que eran los últimos instantes sobre el césped de un templo que nunca olvidará sus goles. Y se fue haciendo lo que le convirtió en leyenda, marcando. Además un golazo. Mató un pase de Di María con un control en carrera previo a un zurdazo a la red.

Con el mismo hambre de siempre, Raúl estaba en todas las acciones de ataque. Lanzando desmarques, presionando, siempre atento a esos rechaces que tantos goles le dieron. Comenzó fallando. Como el día de su debut en La Romareda. Un pase al hueco de Di María y otra 'delicatessen' del argentino con el exterior.

En plena fiesta y reconocimiento a un futbolista la afición del Bernabéu señalaba a otros. A los silbidos a Benzema del estreno liguero se sumaron los dirigidos a Kaká.

Lo peor llegó cuando el debate de la portería llegó a la grada. Cuando el estadio coreó a Iker Casillas, un fondo respondió cantando a Diego López. Fue interpretado como provocación. La guerra estaba servida y los dos porteros recibieron silbidos de su propia afición.

Raúl silenció todo y acaparó los focos. Hasta Cristiano Ronaldo, que le cedió el 7 y jugó con el 11 reservado para Gareth Bale, cedió el protagonismo al eterno capitán.

El Trofeo Santiago Bernabéu no tenía nada en lo deportivo. La clara superioridad del equipo español sobre el catarí era patente. Un disparo del brasileño Leandro, un testarazo de Hassan y algún intento de Raúl cuando se enfundó la elástica de su actual club fue todo el balance ofensivo.

Por el Real Madrid hubo jugadores que tomaron en serio el partido. El que más Benzema, y volvió a marcar. Ayer de penalti.

Jesé Rodríguez saltó con ganas de demostrar y a horas de que se oficialicé el fichaje de Bale, dejó jugadas que muestran su clase y dos goles repletos de calidad. Isco Alarcón, de nuevo de cabeza, también había marcado tras una buena jugada con pase perfecto de Carvajal que también provocó un penalti. El resultado era lo de menos (5-0). Era la noche de Raúl.

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