Federer logra su vigésimo grande con 36 años, Carlos Sainz su segundo Dakar con 55 y la edad para seguir en la élite aumenta
Los futbolistas brasileños Donato y Mazinho se reunieron en una comida en Santiago en la temporada 97-98 para charlar sobre el derbi gallego que se iba a celebrar días después. Aún no se había acuñado la etiqueta "O noso derbi". El defensa del Dépor peinaba ya 35 años y el centrocampista del Celta 31 y su edad revoloteaba en las conversaciones futboleras. La temporada anterior el lenguaraz entrenador galés John Benjamin Toshack había cuestionado la canas de Donato y en Vigo algunos aficionados del Celta se habían preguntado si no había sido un disparate haber pagado 100 millones de pesetas (600.000 euros) al Valencia por un futbolista baqueteado que había colmado su palmarés proclamándose campeón con Brasil en el Mundial de Estados Unidos celebrado en 1994.
Pero los dos estaban siendo un pilar fundamental para sus entrenadores, José Manuel Corral en el Dépor tras la destitución de Carlos Alberto Silva, y Javier Irureta en el Celta. "Donato es mucho mayor de lo que dice", comentó Mazinho entre risas. Pero lo cierto es que en la foto del Vasco da Gama, equipo en el que coincidieron, de 1988 el centrocampista parece más avejentado. El defensa encajó la broma aludiendo a esa imagen, algo cansado de que la crítica y los entrenadores se centrasen en su fecha de nacimiento en vez de ponderar su aportación en el campo. Las coñas, incluso de su compañero Mauro Silva, el mejor centrocampista defensivo de su época, tampoco ayudaban a amortiguar la leyenda sobre la fecha de nacimiento de 'El abuelo' propagada porque en su primer pasaporte español aparecía 1952 en vez de 1962. Donato acabó anotando un gol capital al Espanyol en la última jornada que permitió al Súper Dépor proclamarse campeón de Liga en la temporada 99-00. Tenía 38 años y aún tardaría tres más en colgar las botas, aunque su larga trayectoria como futbolista profesional queda lejos de la del uruguayo Robert Carmona, que a los 55 años posee el récord Guinness al firmar un contrato en el club italiano Audax Orione hasta que finalice la presente campaña.
El debate sobre la edad de Donato, que durante una breve etapa ejerció de ayudante de Mazinho al frente del Aris en el Salónica griego, ha perdido sentido. La longevidad de los deportistas al máximo nivel se ha incrementado sustancialmente y ya nadie duda de que a Messi le quede cuerda para varias temporadas, a pesar de contar ya con 30 años y tener contrato hasta los 34, o que la pólvora de Cristiano Ronaldo esté mojada por sus 32 años y su vinculación con el Real Madrid se prolongue hasta los 36. Se discute la racha, no la edad. El delantero del Athletic de Bilbao Aritz Aduriz ha tenido sus mejores momentos cuando otros embocan la retirada y a los 36 años está entre los candidatos para defender la camiseta de la selección en el Mundial de Rusia.
A esa misma edad, el tenista suizo Roger Federer demostró ayer que no se es demasiado viejo para ganar en Australia y alcanzar el apabullante registro de 20 grandes porque su muñeca continúa pareciendo infalible. Rafa Nadal, el único que tendría alguna opción de superar su palmarés, mantiene el número 1 de la ATP a los 31 años y para los expertos en el deporte de la raqueta es el máximo favorito para ganar este año su undécimo Roland Garros. Los viejos campeones nunca mueren, como le sucede a los rockeros, pero ahora se han propuesto ampliar la leyenda. El bicampeón del mundo de rallys Carlos Sainz acaba de conseguir a los 55 años su segundo Dakar, una prueba de gran desgaste emocional y exigencia física.Los dos compañeros de equipo de Fernando Alonso en las 24 horas de Daytona que se han disputado este fin de semana sumaban juntos su edad, 36 años, pero en la Fórmula 1 no se detienen en su fecha de nacimiento para asegurar que se trata del mejor piloto del circuito. "Fuerza para vivir", como decía Donato. Y para seguir ganando.
