El 26 de agosto de 2007, el Celta disputó en Balaídos el primer encuentro de su actual etapa en Segunda División. El Córdoba fue su rival. 209 partidos después, está a un solo punto del ascenso y volverá a recibir al Córdoba para poner fin a un 'infierno' que se ha extendido durante cinco temporadas, mucho más de lo que cualquiera habría imaginado por aquel entonces.
Dos de los jugadores que formaron parte del once inicial en aquel encuentro tienen muchas opciones de repetir el próximo domingo: Borja Oubiña y Roberto Lago. El primero disputó aquel choque y días después se marchó cedido al Birmingham City, donde sufriría la grave lesión de rodilla que ha marcado buena parte de su carrera profesional. El segundo, Lago, se estrenó aquel día con el primer equipo en partido oficial. Hoy, acumula más de 150 encuentros en sus piernas, pero no olvida el primero. 'Era mi debut, empatamos 1-1, marcó Canobbio y nos empató Arthuro, con el que acabé jugando aquí. También recuerdo que jugó Richi de lateral derecho, yo de interior izquierdo... y era un 26 de agosto', relata el vigués.
COINCIDENCIAS
Roberto compartió equipo aquel día, además de con Oubiña, con Pinto, que hoy luce palmarés tras marcharse meses después al Barcelona; Richi, que disputó como lateral ?siendo central? su primer y último partido con el primer equipo; la pareja Rubén-Peña, de ingrato recuerdo, en el eje de la zaga; Roberto de Souza, que se iría cedido en enero; Canobbio y Núñez, que dirían adiós a final de curso; y Javi Guerrero, que días más tarde fichó por el Recreativo de Huelva, entonces en Primera División.
Asimismo, Hristo Stoichkov dirigía al Celta y apostó por su compatriota Zanev como lateral zurdo. 'En los primeros partidos, yo jugaba de interior y Zanev de lateral. Lo llevé bien porque conocía la posición, ya había jugado ahí en el filial. Aún a día de hoy tengo algún minuto ahí, me sentí cómodo', apunta Roberto Lago, quien no guarda un mal recuerdo de aquella temporada: 'Era mi primer año y quería demostrar que podía hacerlo bien, que podía tener un sitio. Al final, jugué casi toda la temporada, apenas me perdí partidos, y el equipo no ascendió pero yo sumé encuentros y madurez siendo muy joven, con sólo 21 añitos'.
Ahora, futbolista experto y uno de los capitanes del Celta, el de O Calvario espera poner punto final a su carrera en Segunda División ante el mismo rival contra el que la inició. 'He vivido estos cinco años en el club, sufriendo, viviendo malos momentos pero también buenos, con algunas alegrías. Quizás nadie pensaba entonces que un club como el Celta podía tardar tanto en regresar a Primera. Pero si el domingo conseguimos el ascenso, para mí será una gran alegría después de haber vivido en su día el descenso', asegura. Previsiblemente, el domingo será el día. Cinco años después. Tras 209 partidos de los cuales el Celta ganó 79, empató 66 y perdió 64, con un balance de 285 goles a favor ?de récord los 83 del presente ejercicio? y 235 en contra, con los 37 de esta temporada también como mejor marca. Aquel Córdoba, con jugadores como Ito o Arthuro en sus filas, tampoco será el mismo. Entonces, era un recién ascendido. Hoy, pelea por subir a Primera.
COINCIDENCIAS
Roberto compartió equipo aquel día, además de con Oubiña, con Pinto, que hoy luce palmarés tras marcharse meses después al Barcelona; Richi, que disputó como lateral ?siendo central? su primer y último partido con el primer equipo; la pareja Rubén-Peña, de ingrato recuerdo, en el eje de la zaga; Roberto de Souza, que se iría cedido en enero; Canobbio y Núñez, que dirían adiós a final de curso; y Javi Guerrero, que días más tarde fichó por el Recreativo de Huelva, entonces en Primera División.
Asimismo, Hristo Stoichkov dirigía al Celta y apostó por su compatriota Zanev como lateral zurdo. 'En los primeros partidos, yo jugaba de interior y Zanev de lateral. Lo llevé bien porque conocía la posición, ya había jugado ahí en el filial. Aún a día de hoy tengo algún minuto ahí, me sentí cómodo', apunta Roberto Lago, quien no guarda un mal recuerdo de aquella temporada: 'Era mi primer año y quería demostrar que podía hacerlo bien, que podía tener un sitio. Al final, jugué casi toda la temporada, apenas me perdí partidos, y el equipo no ascendió pero yo sumé encuentros y madurez siendo muy joven, con sólo 21 añitos'.
Ahora, futbolista experto y uno de los capitanes del Celta, el de O Calvario espera poner punto final a su carrera en Segunda División ante el mismo rival contra el que la inició. 'He vivido estos cinco años en el club, sufriendo, viviendo malos momentos pero también buenos, con algunas alegrías. Quizás nadie pensaba entonces que un club como el Celta podía tardar tanto en regresar a Primera. Pero si el domingo conseguimos el ascenso, para mí será una gran alegría después de haber vivido en su día el descenso', asegura. Previsiblemente, el domingo será el día. Cinco años después. Tras 209 partidos de los cuales el Celta ganó 79, empató 66 y perdió 64, con un balance de 285 goles a favor ?de récord los 83 del presente ejercicio? y 235 en contra, con los 37 de esta temporada también como mejor marca. Aquel Córdoba, con jugadores como Ito o Arthuro en sus filas, tampoco será el mismo. Entonces, era un recién ascendido. Hoy, pelea por subir a Primera.
