Cruyff, el mago Merlín del FC Barcelona

635944256214690149w
photo_camera Cruyff saludando a la grada en el Camp Nou.

Una idea de entender el fútbol. Eso es el gran legado que ha dejado el holandés a todo el planeta, pero en especial a un equipo, el FC Barcelona

Decía Pep Guardiola esta mañana en una entrevista en RAC1 que Cruyff era el Mago Merlín. Y no puedo estar más de acuerdo. Con toda su personalidad, Johan fue capaz de cambiar la historia de un club y convertirlo en uno de los clubes con más éxitos de la historia del fútbol. Plantó las semillas del fútbol total y de un fútbol en el que el dueño es el balón. Fue un adelantado a su tiempo, tanto como futbolista como entrenador.

Tuvo las condiciones y el carácter para convertirse en uno de los mejores de la historia. Hizo disfrutar al mundo entero con sus genialidades. Se ganó el respeto de todos incluso en la derrota. Aquella Holanda, la naranja mecánica, que sin apoderarse del título de campeón del mundo en 1974, maravilló al planeta y dejó un sello imborrable para la historia. Sin ser campeones, se convirtió en uno de esos equipos que forman parte de la historia de este deporte.

Pero el sello definitivo, la marca Cruyff, siempre quedará vinculada a un club, el FC Barcelona. Su paso como técnico en la ciudad condal significó un antes y un después en la historia del club. Los miedos, las conspiraciones, el victimismo, todo eso quedó atrás.  Puso en práctica una idea de juego que costó asimilar pero que con el paso del tiempo dio sus frutos. Ahora todo el mundo sabe a lo que juega el Barça. Dejó un legado, no sólo en el primer equipo, sino en todo el club. Desde los más pequeños a los más grandes. Todos jugaban y juegan a lo mismo. El balón como arma principal.

"Si tienes el balón, el rival no lo tiene", dijo una vez el holandés. Tomó el Barcelona nota de sus consejos, creció como club y llegaron los éxitos. Ahora el conjunto catalán es uno de los mejores del mundo. No sólo en resultados, también en juego. Todo gracias a un genio que supo cambiar la historia. El Flaco se va, pero su leyenda y su legado permanece. ¡Gracias Johan!

Te puede interesar