ANÁLISIS DE LA RETRANSMISIÓN

Ana Peleteiro, todo comenzó en Ourense

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photo_camera La atleta gallega Ana Peleteira, en el Mundial de Glasgow en el que obtuvo la medalla de bronce.
No ha sido un buen fin de semana para Teledeporte. No están siendo buenos días para los deportes de RTVE en general

La atleta gallega Ana Peleteiro se ha colgado la medalla de bronce en triple salto en el Campeonato del Mundo de atletismo en pista cubierta de Glasgow. Lo hizo después de regresar a la competición tras ser madre. Un retorno a lo grande que dio su salto principal en Ourense. En la pista corta de Expourense, Peleteiro afrontó su primera gran competición tras el parón.

Voló en el Campeonato de España absoluto para lograr su billete rumbo al mundial. Y más que eso, cogió una confianza extra en la ya de por sí elevada si hablamos de la de Ribeira. Ahora, con una medalla más, piensa en los Juegos Olímpicos de París. Todo empezó en Ourense, donde tiene raíces familiares.

Un desastre televisivo

Se le acumulan los líos, los trending topic en negativo y las cataratas de críticas. Domingo por la mañana. Ana Peleteiro está tercera en el concurso de triple salto del mundial. Aún queda competición. Podría haber sido campeona. O caer al cuarto puesto. Lo que fuera.

Pero Teledeporte decidió que ya era suficiente. Cortaron la imagen del atletismo para comenzar ya con la previa de un partido de liga de fútbol sala femenino. Claro, en la cafetería donde se estaba siguiendo el concurso con cierta atención, estupor. El encargado puso La 1 y La 2 por si habían pasado la retransmisión allí. Nada. Tocaba poner el RTVE Play en la web. Pero no todo el mundo puede.

Las “bofetadas” que le han caído al ente público se escucharon tanto como la que le dio Laura Peña, jugadora del Girona de básket de la máxima categoría. Tras caer en Valencia se negó a hacer la entrevista postpartido con la cadena porque, en este caso, Teledeporte adelantó el partido para cuadrar su parrilla quitando horas de descanso a las catalanas tras jugar en Europa. No se cortó. Se puso el pinganillo y se lo espetó al narrador reconociendo que ellos, los “soldados” no tenían la culpa.

Tendrá que darle una vuelta la cadena a todo. Y luego está Juan Carlos Rivero, pero ese ya es otro tema.

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