El balonmano español busca su cuarta final continental ante Dinamarca, la que le apeó de la final el año pasado en Suecia

Espíritu de revancha

Los españoles celebran el pase a la semifinal. (Foto: G. LICOVSKI)
El balonmano español tratará de alcanzar en el impresionante Beogradska Arena de Belgrado su cuarta final en un campeonato de Europa, ante un conjunto danés que el pasado año la apeó de la final del Mundial de Suecia.
Esa circunstancia dota de un cierto tono de revancha a un partido en el que los de Valero Rivera confían en poder doblegar a una Dinamarca que no llega al partido en tan buen momento como el pasado año.

De hecho, la presencia de los nórdicos en la lucha por las medallas puede considerarse una sorpresa, dados los cero puntos con los que los de Wilbek arrancaron la segunda fase del Europeo, después de perder en la primera ronda ante Serbia y Polonia.

Sin embargo, la reacción de los daneses, que lograron vencer sus tres encuentros de la segunda fase (Macedonia, Alemania y Suecia), unida a la debacle alemana, que perdió hasta en dos ocasiones la posibilidad de asegurarse la semifinal, les ha permitido luchar por un oro que ya conquistaron en 2008 en Noruega.

Una reacción en la que ha tenido un papel fundamental la entrada en el equipo del central Bo Spellerberg, que ha dotado al ataque danés de la claridad de la que careció bajo la dirección de Mogensen y el jovencísimo Lauge.

La selección española tendrá que mostrarse más sólida que nunca en defensa, faceta en la que Valero Rivera seguirá alternando el 5-1 con un profundísimo 6-0 para evitar los lanzamientos de cañoneros de la talla de Hansen o Markussen.

Excelencia a la que también se verá obligado en ataque el conjunto español, cada vez más fluido en esta faceta, si no quiere caer víctima de peligrosísimo contragolpe danés, que no desaprovecha ninguna duda del rival para montar fulgurantes contragolpes con los extremos Lindberg y Christiansen como puntas de lanza.

España deberá añadir la máxima precisión en el lanzamiento si quiere batir al excelente portero Landin, una de las claves de la derrota española en la semifinal mundialista y que se encuentra en un gran momento de forma.

Un magnífico equipo aunque no imbatible, como ya comprobó España en la pasada Supercopa de Naciones, en la que se impuso a los daneses por 29-26, un triunfo que la selección tratará de repetir para alcanzar su cuarta final continental seis años después de haberse colgado la plata en Suiza después de haber ganado precisamente a Dinamarca en las semifinales.

BELGRADO, 17,30. TELEDEPORTE.

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