Tokyo 2020 | Teresa Portela: "Estoy motivada y los tiempos acompañan, adelante siempre"

La palista canguesa Teresa Portela, que se colgó ayer la medalla olímpica de plata en la prueba de K1 200, considera que las cualidades que más la definen son su trabajo constante y su dedicación para llegar a experimentar un podio olímpico.

"Si algo me define es la perseverancia", dijo la de Aldán. Tenerla para subir a ese podio "ha merecido la pena", y se siente "muy agradecida" por todo lo que le ha dado. Para llegar a este momento "no hay secretos", aseguró la deportista: "Aquí hay que trabajar y cuando llueve estar ahí bajo la lluvia, y cuando hace sol, y hay que insistir, siendo consciente de que para mejorar pasa un año y otro y hay que buscar intentar mejorar e intentar crecer y dar lo mejor de uno mismo".

Como ya señaló en la rueda de prensa celebrada horas antes en el complejo de la competición, la canguesa piensa ya en París 2024. "A día de hoy estoy más motivada que nunca. Esta medalla me hace bien, y ganas de trabajar siempre tengo", dijo al respecto Portela, que a sus 39 años asegura no guiarse por la edad a la hora de determinar el devenir de su carrera profesional.

"Lo que a mí me hace seguir es el cronómetro y los tiempos, y yo estoy con ganas de trabajar, estoy motivada y los tiempos acompañan, pues para adelante, siempre. Quiero seguir con mi deporte", afirmó.

Portela logró colarse en la final de su disciplina tras una reñida semifinal en la que acabó empatada en cuarto lugar con la sueca Linnea Stensils y ambas se clasificaron. Este empate motivó un desajuste en el número de participantes en la final, nueve en lugar de las ocho habituales, que le jugó una mala pasada en la meta. Aunque tanto ella como muchos de los presentes vieron claramente esa plata, el marcador no incluyó inicialmente a la española en el podio. Las cámaras del canal Sea Forest de Tokio, donde se disputó la prueba, registran automáticamente ocho calles, pero no la novena, en la que se encontraba ella, que hay que comprobar de forma manual.

Fue entonces cuando el nombre de Portela quedó finalmente inscrito en la segunda posición del podio olímpico, brindándole su primera presea en los sextos Juegos Olímpicos en los que participaba. "No me dio tiempo a digerirlo, es que todavía no me lo creo", dijo la palista sobre sus primeros pensamientos tras la competición y pese a tener junto a ella la medalla, para recordarle su gesta. "Yo sé lo que llevo luchando por esa medalla", añadió emocionada.

Portela reconoció que quería vivir este momento de subir al podio. "Me había marcado disfrutar de estos Juegos con la ‘espinita’ de querer más. Entré y me vi segunda. Me pareció claro que había quedado segunda. Me siento muy afortunada en la vida, consiguiera esta medalla o no. Todo deportista que está aquí se merece una medalla porque llegar es muy complicado", manifestó.

La de Aldán destacó el esfuerzo que le ha costado lograr la gloria olímpica. "Hubo muchos años en los que me fui contenta porque los resultados me acompañaban y otros en los que no. Eran obstáculos que salvar. Creía que sí podía, me dije tengo que conseguirla y la he conseguido. Estoy contenta por haber insistido", subrayó.

La deportista tuvo también pensamientos para su hija Naira, de la que nunca había estado tanto tiempo separada y que no puedo acompañarla hasta Japón. "Quería que este tiempo sin estar con ella mereciera realmente la pena", dijo Portela, que aunque con ganas de seguir adelante, señaló que ahora mismo lo que necesita es "descansar, desconectar" tras el trabajo realizado para llegar hasta donde ha llegado. Un trabajo excelente.