El fútbol, en la tele grande

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photo_camera Cruyff, en una imagen reciente. (DALMAU)

El holandés ese con aire de investigador privado, cigarro en la boca y dicción impecable de guiri veraniego empezó mal pero poco a poco hizo que los que ya éramos del Barcelona dejásemos de presumir solo del de baloncesto

Creo que me hice del Barça por el baloncesto. No lo creo, lo sé. Por un tío que ya es ex y un jugador que llevaba el número 14 y se llamaba Audie Norris, con e. El mismo que una vez decidí poner en un portafotos que me regaló una ex novia que me gustaba más pero quizá me ilusionaba menos o al menos a la par. Eso sí que no lo sé. Todavía hoy no sabría responder con exactitud.

A lo que iba. Que por aquellas ya era del Barça. Cuando empezaba a ser complicado de acomodar en casa por eso de la pubertad. Era del Barça en un momento en el que la mayoría de los goles los anunciaba el tintineo de la radio los domingos por la tarde porque los partidos en televisión eran uno a la semana y en sábado. Y casi siempre ganaba el Madrid. Que eso también tendría algo que ver en lo del baloncesto, digo yo.

Al tiempo que el tal Norris pasaba de ser único a solo muy bueno iniciaba el camino inverso el otro Barcelona. Porque hubo un momento en el que el Barcelona bueno era el de baloncesto. Hasta que llegó Cruyff.

El holandés ese con aire de investigador privado, cigarro en la boca y dicción impecable de guiri veraniego empezó mal pero poco a poco hizo que los que ya éramos del Barcelona dejásemos de presumir solo del de baloncesto y rizando el rizo incluso del de balonmano. Para los que no sabremos jamas de tácticas ni ganas que tenemos, ver los partidos de fútbol empezó a ser una afición. Que más daba eso de que si la cintura de Koeman era de cemento, si Stoichkov pisaba, escupía o insultaba o si el número de pases de Bakero eran más hacia adelante o hacia atrás. Defensa de tres. ¿Eso qué es?

Con Cruyff mi abuelo pudo cenar tranquilo. Porque sin él, cuando el Barcelona perdía la tristeza de un niño pesa más que el hambre. Y sin Cruyff no es que perdiésemos muchas veces, es que no ganábamos nada. Que es mucho peor. Y eso, para mi abuelo tuvo que ser complicado de digerir. Qué contradicción.

Porque si algo era, es madridista. Tanto como Santiago Bernabéu y supongo que para alguien así tener que elegir entre la cena de su nieto y el equipo de su corazón no debía de ser fácil. Por mucho Madrid que sea.

Con Cruyff empecé a salir de casa de mis padres para ir caminando a la de mis abuelos a ver los partidos del Barcelona. A la tele del salón. A la grande. La misma en la que vi como levantaba en volandas a mi abuela porque Butragueño se puso de quiero un día de calor aquí y creo que también en México. Y en la que mi abuela entendió que no era buena idea apagar la tele sin avisar, aunque hubiese 12 alaridos previos y en orden ascendente. Siempre con la selección. Porque hasta Cruyff, los únicos partidos que veía con mi abuelo en la tele buena eran los de España. Que entonces siempre jugaba en Sevilla. O ese recuerdo tengo.

Con Cruyff todo fue a mejor menos la persona a la que más he echado de menos en mi vida. El día que él se murió, el Barcelona le metió siete al Albacete de Benito Floro. Pero aquel partido no lo vi. Unos meses después ganamos la Copa Europa. La vi solo. En la tele buena y celebré el gol de Koeman como si fuesen Butragueño o Señor. Pero ya no fue igual. Con Cruyff fuimos campeones de Europa y a mí me siguió gustando más el baloncesto que el fútbol pero ya no con mi equipo. Gracias al tipo del cigarro primero y el chupa chups después, los que somos del Barcelona sonreimos en los bares, los que no tenían equipo se hicieron y los que vinieron después como mínimo se repartieron.

No volví a ver partidos en la tele grande, pero gracias a Cruyff el último recuerdo que tengo de ella es parte de mi vida. Con Cruyff cenaba mucho mejor. Me hubiese gustado debatirlo contigo abuelo.

Los que aseguran que saben de este deporte con opiniones que tienden a infinito dicen que "gracias a Cruyff el Barcelona es lo que es ahora". Supongo que será verdad. En mi caso solo puedo decir que desde Cruyff no solo perdemos pocas veces si no que además ganamos cosas. Qué es más importante. Y de eso ya hace 24 años, pero yo te sigo echando de menos abuelo.

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