El australiano se impone por apenas un tubular a Sagan, con el español Rojas tercero, en el adiós del Tour a Córcega

Gerrans, en el sprint

El australiano Gerrans, en el momento de adjudicarse el sprint de la tercera etapa del Tour. (Foto: YOAN VALAT)
El australiano Simon Gerrans (Orica greenEdge) le ganó sobre la línea el pulso al esprínt al eslovaco Peter Sagan (Cannondale) en la tercera etapa del Tour de Francia, que despidió su trayecto por Córcega con el belga Jan Bakelants (Radioshack) con el maillot amarillo.
Gerrans, de 33 años, aceptó el duelo con Sagan, de 23, y en una llegada muy apretada levantó los brazos por segunda vez en el Tour, ya que en 2008 se impuso en Prato Nevoso. Por un tubular, pero suficiente para el ciclista de Melbourne, que adorna una temporada con cuatro victorias, entre ellas sendas etapas en Vuelta a Cataluña y al País Vasco.

La tercera plaza fue para el español José Joaquín Rojas (Movistar), que lamentaba haberse quedado cerrado en el momento de salir a la rueda de sus rivales. Con un tiempo de 3.41.24 horas entró todo el grupo con los favoritos y el líder, el ingeniero Bakelants, que saldrá con el maillot amarillo en la contrarreloj por equipos de Niza.

El ciclista belga afrontará el esfuerzo colectivo que marcará las primeras diferencias en el Tour con un solo segundo de ventaja sobre el francés Julien Frasimon (Sojasun) y Simon Gerrans. Los favoritos salvaron el día sin percances y con ello se conformaron. Todos empatados a Niza.

El Tour se despidió de Córcega con la etapa de las mil curvas. Continuo serpenteo en el viaje de 145 kilómetros por la costa oeste entre Ajaccio y Calvi, sin un palmo de llano, con cuatro dificultades en el menú, la última de ellas a sólo 13 de meta, el Col de Marsolino, punto caliente de la jornada.


CURVAS Y MÁS CURVAS

Curvas y curvas y en cada una de ellas un paisaje inolvidable entre mar y montaña, de los miles que adornan la 'isla de la belleza', por primera vez anfitriona del Tour.

Contador, como el resto de los favoritos, sólo tenía en mente la cronometrada de Niza, en la que espera estar 'al ciento por ciento a pesar de estar magullado', y el Radioshack del líder Bakelants hubo de asumir el papel de controlador.

Los gregarios de Andy Schleck querían mantener el amarillo de Bakelants, que pasó la noche casi en vela. 'Apenas he podido dormir', decía en la salida. Le espera otra noche más en vela.

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