Mujer tenía que ser

Danica Patrick, eufórica con su trofeo en el Gran Premio de Japón de Fórmula Indy.
La piloto estadounidense Danica Patrick se proclamó hace unos días campeona de una prueba de Fórmula Indy en Japón. Mujer entre hombres y reclamo comercial de la competición, Patrick ha superado otra barrera femenina más por sus propios méritos. Existen casos de pioneras deportistas en un mundo masculino, pero pocas que los superen en su ámbito. La imagen de las mujeres en el motor se limitaba a sostener la sombrilla en la parrilla de salida. Danica pisa el acelerador y los demás que sigan su sombra.
La ‘Fórmula Indy’ o Indy Racing League es una competición de monoplazas, en funcionamiento desde 1996. Nació como una escisión de otra competición y lucha por superar a las carreras ‘Nascar’ en el espectro estadounidense. Entre sus pruebas más llamativos se encuentran las 500 millas de Indianápolis, el circuito urbano de San Petersburgo y, desde la pasada semana, el Gran Premio de Japón.

Porque, por primera vez, una mujer venció allí a los hombres al volante. Se llama Danica Patrick, cuenta 26 años y está casada con su preparador físico. Comenzó a correr en los karts y, previo paso por Inglaterra, fue admitida en la Indy. Los empresarios vieron en Danica un buen reclamo y ella se dejó querer. Pronto firmó contratos y posó de forma sugerente, provocando declaraciones del siguiente calibre: ‘Con las tetas que tiene no se puede conducir y además dis trae al resto de pilotos’. Memorables palabras del hoy en Fórmula Uno Jenson Button Patrick no se dejó intimidar y continuó trabajando. En Japón ganó a lo campeón, superando al líder de la liga, el brasileño Helio Castroneves, a falta de dos vueltas. Victoria que le sitúa en el tercer puesto de la clasificación general. Un pequeño paso en el mundo del motor, donde no parecen existir las mujeres, pero un gran paso en el mundo del deporte.

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