El Real Madrid ganó 2-1 al Juventus en un encuentro marcado por el empuje de Ronaldo, autor de los dos goles madridistas, y por la falta de identidad de los blancos, que no encontraron el rumbo ante un equipo que acusó la expulsión de Chiellini en los primeros minutos de la segunda parte.
Sin el balón y con Andrea Pirlo enfrente, un jugador que cuando deje el fútbol se le echará de menos, el Madrid jugó sin rumbo durante el primer acto. Todo lo contrario que el Juventus, que con su metrónomo todavía con gasolina, dejó sin argumentos futbolísticos al conjunto madridista.
Antes de que se desatara la catarata dominadora del Juventus, Khedira, Di María y el delantero portugués conectaron en el minuto tres para que Cristiano marcara el primero. Fue un tanto balsámico por lo que le esperaba al Madrid.
El Juventus tuvo casi todas las ocasiones del acto inicial con el argentino Carlos Tévez muy activo. Primero Claudio Marchisio puso a prueba a Iker Casillas con un zapatazo desde fuera del área. Después, Tévez probó suerte en dos ocasiones, pero sus disparos se marcharon por encima del larguero.
Al final, acertó Fernando Llorente, titular por fin en un partido de entidad con su nuevo equipo. Marcó al rematar un rechace de Casillas a disparo de Paul Pogba.
Con ese tanto el Real Madrid parecía condenado. El dominio del Juventus era aplastante, pero una acción absurda de Chiellini, que arrastró a Sergio Ramos, regaló a los blancos un penalti que transformó Cristiano. El portugués no tuvo piedad y adelantó a su equipo, que en la reanudación aplaudió la expulsión del central italiano por roja directa. La provocó, como no, Cristiano. Ahí se acabó encuentro y dejó al Real Madrid vivir con comodidad la segunda mitad.
Antes de que se desatara la catarata dominadora del Juventus, Khedira, Di María y el delantero portugués conectaron en el minuto tres para que Cristiano marcara el primero. Fue un tanto balsámico por lo que le esperaba al Madrid.
El Juventus tuvo casi todas las ocasiones del acto inicial con el argentino Carlos Tévez muy activo. Primero Claudio Marchisio puso a prueba a Iker Casillas con un zapatazo desde fuera del área. Después, Tévez probó suerte en dos ocasiones, pero sus disparos se marcharon por encima del larguero.
Al final, acertó Fernando Llorente, titular por fin en un partido de entidad con su nuevo equipo. Marcó al rematar un rechace de Casillas a disparo de Paul Pogba.
Con ese tanto el Real Madrid parecía condenado. El dominio del Juventus era aplastante, pero una acción absurda de Chiellini, que arrastró a Sergio Ramos, regaló a los blancos un penalti que transformó Cristiano. El portugués no tuvo piedad y adelantó a su equipo, que en la reanudación aplaudió la expulsión del central italiano por roja directa. La provocó, como no, Cristiano. Ahí se acabó encuentro y dejó al Real Madrid vivir con comodidad la segunda mitad.
