El delantero del Real Madrid puso en riesgo la eliminatoria de Champions con una acción que para unos es amarilla clara y para otros roja de libro. Lo que está claro que es discutible y que en caso de que el VAR le diese por ahí se iba a la calle con el partido en el aire.
Vinícius y el mensaje “oficial” empezaron diciendo que era cosa de los árbitros españoles, luego de las aficiones LaLiga, más tarde que había defensas marrulleros que lo buscaban y ahora, tras dar una rueda de prensa en la que prometió que “iba a cambiar” empieza a quedar claro que es mejor dejarlo a su aire. A lo mejor, es ese espíritu rebelde está clave. Imparable en el juego, incontrolable en la actitud.
El precio del fútbol y los piratas
Un auto judicial dio luz verde para poder emprender medidas legales contra todos aquellos que vean fútbol a través de páginas ilegales. Traducido: que LaLiga va a intentar acabar, o al menos, minimizar, la piratería en el fútbol. Todos firmamos debajo, pero no evita el debate. La música, el cine o las series lograron reducir los contenidos y reproducciones ilegales y no fue subiendo el precio hasta convertirlo en producto de lujo. ¿Cuántos abonados tendrían Spotify o Netflix a 140 euros al mes?
En España, el fútbol hace años que vive de espaldas a la realidad. Hace no mucho había que llamar al bar de confianza para reservar sitio cuando había algún partido importante. Ahora hay mesa siempre, sea el partido que sea, y cada vez son menos los establecimientos que ponen el fútbol. No compensa. LaLiga de Javier Tebas es el kamikaze que va en dirección contraria y además lo hace dando las luces.
En Inglaterra abonarse al fútbol vale la mitad que en España. En Alemania, un tercio. Países en los que los suelos son muchos más altos que aquí. Algo falla. El argumento hipócrita que utilizan en LaLiga es que gracias a eso se podrá ver jugar a Mbappé en el Real Madrid y que los equipos serán mejores. ¿Cómo hacen entonces en Inglaterra para fichar a Erling Haaland o en Alemania a Harry Kane? Fin a la piratería sí, pero también a los precios de una liga que podría tener por bandera la negra con la calavera.
