Cartas al director

Vinicius redentor

Brasil en un hermoso país, situado en una zona geográfica maravillosa y con una población amable y extrovertida. En 1988 Brasil tenía una población mayoritariamente negra, mulata y de mezcla de razas, y en ese mismo año, abolió la esclavitud, siendo el último país del hemisferio occidental en hacerlo. Durante más de 300 años de esclavitud en el continente americano, Brasil había sido el país que más esclavos africanos había importado, ya que había llevado al país siete veces más esclavos africanos que los Estados Unidos de América.

Por otra parte, me gustaría saber por qué España en los últimos años se ha convertido en el país de acogida de multitud de extranjeros donde todo el mundo viene a protestar y exigir sus derechos a las administraciones nacionales y/o comunitarias e incluso a los propios españoles; esto no sucede en países de nuestro entorno o al menos no sucede de una manera tan radical. Parece que somos el país de referencia para “montar” el numerito en los derechos justos.

Yendo al principio: Vinicius es un jugador de fútbol del Real Madrid pertenece por el color de su piel al grupo negro (denominación de razas existentes). Junto a Vinicius hay otros jugadores del Real Madrid de su misma raza (Rüdiger, Militao, Camavinga…) todos ellos cobran una media de 1 millón de euros/mes. Este jugador una vez sí y otra también monta unas buenas broncas en todos los estadios a los que va; no así sus compañeros que se dedican a jugar a fútbol y a defender a su equipo. La educación y NO el racismo es lo que diferencia a las formas de manifestarse de los espectadores (que son meros eso, espectadores, nada más); en las canchas, campos y zonas donde se desarrolla el espectáculo hay profesionales a veces, con sueldos más que sustanciosos, que saben que van a ser sometidos a presión, insultos de tipos maleducados e incluso aplausos y besos de sus aficionados. También los jueces de línea, árbitros, entrenadores sufren esos denigrantes ataques, que se lo digan a las jueces de línea de los partidos de fútbol. ¿Esto es justificable?, no en absoluto. Tampoco es justificable que un muchacho de 21 años que tiene negocios en su país natal relacionados con las casas de apuestas, no precisamente un negocio “blanco”, se convierta en el “Redentor” del racismo en España; este país tiene la costumbre la “fea” costumbre de autocastigarse, inmolarse, desmerecerse e imponerse siempre castigos innecesarios e ilógicos y por contra es el país al que “todo el mundo” quiere venir, quiere quedarse y sí, eso sí, protestar y montar el pollo de “sus” derechos sociales.

Vinicius es negro (indudable), magnífico jugador, 21 años de lujo, riqueza y que quiere quedarse como sea en España; por favor no convirtamos en “ Redentor” del racismo en España a una persona que se tiene que dedicar a jugar al fútbol, y también exijámosle que se centre en su trabajo como hacen el resto de sus compañeros, que no provoque, que respete al que le paga, que muestre profesionalidad (intentando hacer oídos sordos a cuatro maleducados que NO representan la gran mayoría de los espectadores) porque en el circo al que pertenece ya le sobran payasos.