Cerca de un centenar de camiones de los transportistas autónomos de Endesa y unos pocos coches particulares participaron ayer por la mañana en una larga caravana automovilística de varias horas entre As Pontes y Ferrol que colapsó el tráfico entre las dos localidades, contra la aplicación del decreto del carbón.
La protesta, convocada por la Plataforma en Defensa de la Producción Eléctrica en la comarca ferrolana -integrada por BNG, CIG y USTG-, quiere denunciar que la aplicación del decreto del carbón en Galicia pone en riesgo sus puestos de trabajo, al priorizar el carbón nacional frente al importado, el que queman las térmicas gallegas de Endesa en As Pontes, y Fenosa, en Meirama (Cerceda), que agotaron sus yacimientos de lignito.
Los más activos en la protesta fueron los camioneros que a diario trasladan el carbón desde el puerto ferrolano hasta la central de As Pontes, unos 130 transportistas autónomos que consideran que su trabajo peligra si se prioriza la extracción del mineral nacional.
Desde la CIG estiman que la aplicación de este decreto afectará a más de un millar de puestos de trabajo directos e indirectos, ya que de las térmicas viven los trabajadores de plantilla y sus familias, pero también los operarios de auxiliares, estibadores portuarios.
La caravana arrancó en la gasolinera de Espiñaredo, en As Pontes, pasadas las 10:30 de la mañana, y pasó por las localidades de Cabanas, Fene y el puente de As Pías, hasta llegar al puerto ferrolano de Curuxeiras, donde finalizó la protesta en torno a las 14:00 horas sin registrarse ningún incidente.
De este modo, recordaron que en la dársena ferrolana se descarga el carbón importado que se quema en las calderas de Endesa.
INVERSIÓN MILLONARIA
La eléctrica invirtió 45 millones de euros en construir una nueva terminal de descarga en el puerto exterior de Caneliñas para el tráfico anual de cinco millones de toneladas de hulla importada, y 275 millones en adaptar la central a la quema de hulla subituminosa.
En la protesta participaron Francisco Jorquera y Francisco Rodríguez, diputado y ex diputado nacionalista en el Congreso; además de los alcaldes de San Sadurniño y As Pontes, Secundino García y Valentín Formoso, del BNG y el Partido Socialista, respectivamente.
Mientras, los representantes sindicales de los mineros encerrados en el Ministerio de Industria y que se encuentran en huelga de hambre desde hace cinco días, aseguraron ayer que sus compañeros llevarán a cabo 'más presión' si en los próximos días no se pagan las nóminas atrasadas y se garantiza el futuro del sector.
Los más activos en la protesta fueron los camioneros que a diario trasladan el carbón desde el puerto ferrolano hasta la central de As Pontes, unos 130 transportistas autónomos que consideran que su trabajo peligra si se prioriza la extracción del mineral nacional.
Desde la CIG estiman que la aplicación de este decreto afectará a más de un millar de puestos de trabajo directos e indirectos, ya que de las térmicas viven los trabajadores de plantilla y sus familias, pero también los operarios de auxiliares, estibadores portuarios.
La caravana arrancó en la gasolinera de Espiñaredo, en As Pontes, pasadas las 10:30 de la mañana, y pasó por las localidades de Cabanas, Fene y el puente de As Pías, hasta llegar al puerto ferrolano de Curuxeiras, donde finalizó la protesta en torno a las 14:00 horas sin registrarse ningún incidente.
De este modo, recordaron que en la dársena ferrolana se descarga el carbón importado que se quema en las calderas de Endesa.
INVERSIÓN MILLONARIA
La eléctrica invirtió 45 millones de euros en construir una nueva terminal de descarga en el puerto exterior de Caneliñas para el tráfico anual de cinco millones de toneladas de hulla importada, y 275 millones en adaptar la central a la quema de hulla subituminosa.
En la protesta participaron Francisco Jorquera y Francisco Rodríguez, diputado y ex diputado nacionalista en el Congreso; además de los alcaldes de San Sadurniño y As Pontes, Secundino García y Valentín Formoso, del BNG y el Partido Socialista, respectivamente.
Mientras, los representantes sindicales de los mineros encerrados en el Ministerio de Industria y que se encuentran en huelga de hambre desde hace cinco días, aseguraron ayer que sus compañeros llevarán a cabo 'más presión' si en los próximos días no se pagan las nóminas atrasadas y se garantiza el futuro del sector.
