Las energías renovables están experimentando un importante desarrollo en Galicia. En marcha hay un buen puñado de proyectos estratégicos que están relacionados con la producción de hidrógeno verde y la fabricación de neumáticos, fibras, grafitos, productos tecnológicos de alto valor y otros componentes, que demandarán un elevado suministro energético procedente de fuentes limpias, en especial de la tecnología eólica. Son planes que ya cuentan con relevantes ayudas de los fondos Next Generation de la Unión Europea, o que están en fase de tramitación. Planes que vienen acompañados de una inversión multimillonaria y la creación, sin precedentes, de miles de empleos cualificados en nuestra comunidad.
La única duda en el horizonte es la judicialización de los expedientes eólicos que pueden llegar a frenar proyectos que cuentan con la correspondiente declaración de impacto ambiental favorable y autorización administrativa para su construcción. Este escenario de incertidumbre e inseguridad jurídica ya genera pérdida de confianza entre los inversores; lo que podría dificultar la atracción de capital para futuros proyectos en Galicia.
Miguel Suárez, director general de ER Renovables, lidera un equipo de 22 personas que desarrolla actividades en el sector eólico. “Realizamos tareas de mantenimiento predictivo, preventivo, correctivo y gran correctivo en parques eólicos, así como la gestión de stock y repuestos de componentes para el sector eólico. Para Naturgy realizamos tareas de mantenimiento predictivo a nivel nacional. Por ejemplo realizamos tareas de mantenimiento en el parque eólico de Agualada y el parque de Silvarredonda”, comenta el director general que añade que los frenazos a proyectos eólicos “es perjudicial para la gente, para el empleo, la economía y también para el medio ambiente”.
No está de más recordar que el proceso de análisis ambiental es muy garantista, ya que debe superar rigurosas evaluaciones de una quincena de organismos y deben aplicar la normativa autonómica, estatal y comunitaria con los preceptivos informes.
“Estos retrasos y prohibiciones no son positivos porque si al mismo tiempo se pide el cierre de centrales, no sé de donde vamos a sacar la energía”, señala Miguel Suárez.
Sector competitivo
El frenazo puede afectar a la industria gallega en un momento en el que se han hecho innumerables recursos y esfuerzos para que Galicia, su industria y población cuenten con un sistema energético renovable que la haga más competitiva. El sector industrial gallego tiene una estrecha vinculación con el desarrollo de las energías renovables, tanto respecto a la creación de empleo como a la consecución de suministros energéticos con costes asumibles para nuestra industria, intentando evitar con ello la fuga de inversiones y pérdidas de actividad industrial y de empleo.
José Ángel Vázquez Berdiñas, director de Metalúrgica BB, comenta que “nos dedicamos a la reparación, conservación y mantenimiento de todo tipo de maquinaria industrial y sus componentes, así como al diseño y desarrollo de estos. Estamos especializados en reparación de elementos de transmisión de potencia mecánica. Para Naturgy aplicamos el 100% del alcance de nuestro objeto social puesto que reparamos todo tipo de componentes mecánicos (multiplicadoras, ejes principales, cilindros, reductoras, mordazas, etc.). Además participamos en proyectos de mejora y extensión de vida de aerogeneradores y fabricamos componentes para mejorar la eficiencia de estos. En cuanto a la situación del sector eólico, el director de Metalúrgica BB señala que “desde nuestro punto de vista, es difícil visualizar los atascos que se encuentran. Sí que somos conscientes de que llevamos años de retraso con otras zonas de Europa y esto hace que el tejido industrial especializado en el sector viva una etapa de incertidumbre. Creo que esta incertidumbre está haciendo desaparecer la ventaja de conocimiento técnico que teníamos en Galicia sobre el resto de Europa puesto que considero Galicia la cuna de la eólica mundial. En Metalurgica BB estamos plenamente comprometidos con la sostenibilidad y como tal las renovables nos parece la apuesta del futuro. No solo por el mero hecho de la energía renovable, sino también por todo el empleo local que ello conlleva”.
Galicia está inmersa en la Axenda Enerxética de Galicia 2030 que recoge los objetivos para avanzar en la transición energética y alcanzar la neutralidad climática con líneas de ayudas para acompañar a las empresas, como los apoyos para impulsar el autoconsumo eléctrico, la movilidad eléctrica, la eficiencia energética, la planificación de comunidades energéticas o el Bono Enerxía Peme.
