Los proyectos renovables de Ourense duplicarían su producción energética

La expansión de las energías renovables en la provincia podría disparar su capacidad de producción eléctrica. Los proyectos en trámite en las tres principales fuentes de energía de este tipo -eólica, hidráulica y fotovoltaica- suman una cifra de al menos 2.973 megavatios (MW).

En la actualidad, según los datos que publica el Instituto Enerxético de Galicia, las instalaciones de generación renovables suponen un total de 3.291 MW. Si todos los proyectos se materializan, se acabaría llegando a una potencia de 6.264 MW, lo que supone un aumento del 90% en un territorio que, fundamentalmente, produce electricidad para exportarla.

Las empresas promotoras de proyectos renovables han fijado sus ojos en los recursos naturales ourensanos en plena carrera por la transición energética. Las centrales térmicas gallegas -As Pontes y Meirama- y las de la vecina comarca del Bierzo -Compostilla y Anllares- ya han cesado su producción. Y aunque se apostó por el gas natural para suplir al carbón en la generación de electricidad, las renovables cobran aún más fuerza para generar electricidad frente al cambio climático. Para ello, hacen falta viento, sol y agua. Y en Ourense existen los tres.

La eólica, al frente

De los proyectos de energía renovable que se plantean, la mayoría se corresponden con la energía eólica. De hecho, el 54% de los megavatios planificados guardan relación con el aprovechamiento del viento. La Xunta de Galicia autorizó, en la última ola de parques eólicos, hasta 15 parques eólicos que suman una potencia de hasta 443 MW. Cada uno de ellos tiene una potencia inferior a 50 MW, el umbral para que la tramitación pueda consumarse a través de las comunidades autónomas.

Por otro lado, el Estado gestiona el papeleo de los parques de más de 50 MW. Varios de ellos afectan a la provincia, como el de Rebordechao o el clúster de A Limia -tres grandes parques que conforman un gran macroparque-, en pleno Macizo Central. También varios proyectos situados en los montes valdeorreses, a caballo entre la provincia y los montes bercianos. En total, estos grandes parques -alguno con más de 150 MW- suman más de 1.150 MW. La mayoría salieron a información pública, pero todavía carecen de una declaración de impacto ambiental. Otros, como el de Prada (en Valdeorras), ya fueron desestimados por sus graves consecuencias para el entorno.

El agua interesa

Los ríos ourensanos vuelven a atraer la mirada de las compañías energéticas. Los proyectos en desarrollo superan los 1.300 MW. El último en salir a flote fue el de una central hidroeléctrica reversible en Castrelo de Miño.

El modelo actual de aprovechamiento energético del agua difiere del que atestó las aguas ourensanas de presas y embalses. Ahora, se buscan centrales de bombeo, como la de Castrelo. El agua se transporta a una cota superior, donde se almacena. Luego, se deja caer en el momento en el que sea necesario, produciendo electricidad.

La solar, nuevo actor

El aprovechamiento del viento y del agua -en particular esta última- ya se daba en Ourense. Sin embargo, el proyecto de un parque solar de más de 100 hectáreas en la provincia pone sobre la mesa la rentabilidad del sol.

Hasta ahora, la energía fotovoltaica se había reducido a autoconsumo y tímidas instalaciones que apenas llegaban a 2 MW. La multinacional Soltec prevé construir en A Gudiña un nuevo parque solar que tendría capacidad para producir 55,7 MW. Otras empresas podrían seguir su estela.

Producción excedentaria

Esta situación se da en una provincia que, según los últimos datos que publica el Ministerio para la Transición Ecológica, exporta unas cinco veces más energía de la que consume. El beneficio económico viajará, junto con la electricidad, fuera de Ourense: la sede social de la mayoría de promotoras está situada en otras provincias o incluso en el extranjero.