El grupo chino Dongfeng y el Estado francés acuden al rescate de PSA-Citroën

El grupo francés PSA Peugeot Citroën, cuyas ventas mundiales volvieron a caer un 4,9 % el pasado año después de haber tenido unas pérdidas récord en 2012, va a tratar de buscar la salvación con la entrada en su capital de su socio chino Dongfeng y del Estado francés.
El Consejo de vigilancia de PSA aprobó un 'acuerdo de principio' sobre el aumento de capital, que tendrá una parte reservada para Dongfeng y el Estado francés, lo que significará que se convertirán en accionistas de referencia junto a la familia Peugeot, que perderá así el control que ha ejercido casi en exclusiva durante toda la historia de la compañía.

El grupo confirmó negociaciones con Dongfeng para aumentar su capital en 3.000 millones. 'La empresa estudia proceder a la ampliación de capital a Dongfeng', mientras que 'el Estado francés podría acompañar' la operación. Las acciones se situaría entre los 7.50 y los 8 euros, con lo que el Estado y la compañía china se harían cada uno con un 14% en PSA.

Eso tendrá como primera consecuencia un cambio en las estructuras directivas de la compañía, que no se limitará a la prevista llegada al puesto de responsable ejecutivo de Carlos Tavares -antiguo 'número dos' de Renault- en sustitución de Philippe Varin, probablemente desde ese mismo 19 de febrero, e inluso la familia Peugeot podría perder la presidencia.

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