La huelga ferroviaria convocada por Renfe, Adif y Feve ayer en toda España provocó la cancelación de una decena de trenes que tenían que salir de Vigo. Fueron cuatro con destino Coruña, uno a Ourense, tres a Pontevedra, uno a Bilbao, el tren-hotel nocturno destino Madrid y el que une la ciudad con Oporto, que fue suprimido toda la jornada.
En la estación de Guixar hubo actividad ya que un 80% de los trenes de cercanías circularon, lo que los sindicatos calificaron de 'servicios mínimos abusivos', si bien cifraron en un 80% el seguimiento del paro, mientras que Fomento lo rebajó a un 22% en toda España.
En Vigo y en el resto de Galicia no se registraron incidentes, aunque sí los hubo en Madrid y Barcelona donde también había paros en el metro y el autobús urbano, que se saldaron con varios detenidos.
A media mañana las instalaciones en Areal se llenaron de gente y se formó un pequeño revuelo ya que coincidió la protesta de los comités de empresa de Renfe y Adif -con una veintena de personas-, con la llegada y la salida de dos trenes, en los que iba más gente de lo habitual por las cancelaciones. 'Menudo alboroto, tengo la cabeza como un bombo', decía una pasajera ante el ruido de los silbatos y los gritos de los manifestantes. 'Si se privatiza el ferrocarril, todos perdemos el tren', rezaban sus camisetas.
Los sindicatos creen que la privatización que va a poner en marcha el Gobierno el próximo año 'afectará a Galicia mucho más que al resto de España porque no tenemos infraestructuras', explica Carlos Díaz, presidente del comité de empresa de Renfe en la provincia. Creen que la privatización conllevará un aumento de los precios de los billetes, el cierre de muchas líneas tren y una menor seguridad y calidad del servicio, así como una reducción del cuadro de personal. En Vigo, además, está pendiente la llegada del AVE, lo cual creen que supondrá la supresión de servicios convencionales y un encarecimiento de los billetes . 'La privatización no resolverá los problemas del transporte, sino que los incrementará'.
Los sindicalistas recordaron que los planes del PP pasan por que dividir Renfe en cuatro empresas -de viajeros, talleres, mercancías y alquiler- para 'privatizarlas poco a poco y permitiendo la entrada de multinacionales extranjeras'.
De las cuatro ventanillas de venta de billetes que hay en la estación viguesa sólo una funcionaba a media mañana, lo que provocó largas colas de pasajeros que querían comprar . 'A primera hora no había nadie atendiendo', decía Alicia Sánchez, que se mostraba a favor de la huelga. Otros lo hacían en contra, como un jubilado que se enzarzó en una discusión con un sindicalista. 'Más trabajar y menos protestar, funcionarios', decía el pensionista, a lo que el manifestante advirtió: 'Ya me dará la razón cuando le bajen la pensión'.n
