Quizá fue porque amenazaba lluvia, pero el de ayer fue el 1 de Mayo más rápido de los últimos años. Las manifestaciones centrales en Vigo de UGT y CC OO por un lado y de la CIG por otro salieron a la misma hora, a mediodía, (habitualmente lo hacen con media hora de diferencia) y en apenas hora y media recorrido y discursos estaban finiquitados. En esta ocasión, marcada por los peores datos de la Encuesta de Población Activa, con un paro que roza los cinco millones de ciudadanos y la reforma laboral, reunieron apenas a unas cuatro mil personas.
Este es el dato oficial de la Policía Local, que estimó la participación en 1.800 personas en la de CC OO y UGT, 1.500 en la de la CIG y 400 en la de la CUT y CGT. Sin embargo, los sindicatos hicieron sus propias estimaciones, que elevan esa cifra hasta los 25.000 manifestantes, 15.000 dijeron en la marcha de UGT y CC OO y 10.000 en la del sindicato nacionalista CIG, que a simple vista era al menos el doble que la de los otros dos sindicatos juntos.
A diferencia de otros años, los políticos, en plena campaña, no quisieron perder la oportunidad de que se les viera acompañando a los sindicalistas. Así, se pudo ver al alcalde de Vigo y candiadto a la Alcaldía por el PSOE, Abel Caballero, y a la senadora Carmela Silva en la marcha de UGT, así como al candidato del BNG, Santi Domínguez, en la de la CIG, junto con el portavoz nacional, Guillerme Vázquez.
Sin embargo su presencia no arredró a los sindicalistas, que les echaron en cara una reforma laboral que no ha servido para crear empleo y medidas que perjudican a los trabajadores, que pagan la crisis, pero ellos continuaron en primera fila con la misma sonrisa. Así se manifestaron los secretarios generales de CC OO, Sánchez Aguión, como de UGT, José Antonio Gómez, que también subrayó la ineficacia del nuevo plan contra la economía sumergida, 'porque no combate donde está el fondo de ese problema, en los especuladores', dijo.
La marcha de CC OO y UGT estuvo amenizada por música discotequera, mientras que en la de la CIG no faltaron los gaiteiros. Su secretario comarcal, Serafín Otero, recordó los conflictos abiertos en la ciudad de Povisa, de las limpiadoras de los colegios públicos y del Grupo de Empresas Alvarez, que colea 15 años después, además de pedir el voto en las elecciones sindicales, para que el sindicato nacionalista continúe siendo la primera fuerza en la ciudad. El secretario general de la CIG, Suso Seixo, concluyó asegurando que 'otro modelo económico es posible'.
A diferencia de otros años, los políticos, en plena campaña, no quisieron perder la oportunidad de que se les viera acompañando a los sindicalistas. Así, se pudo ver al alcalde de Vigo y candiadto a la Alcaldía por el PSOE, Abel Caballero, y a la senadora Carmela Silva en la marcha de UGT, así como al candidato del BNG, Santi Domínguez, en la de la CIG, junto con el portavoz nacional, Guillerme Vázquez.
Sin embargo su presencia no arredró a los sindicalistas, que les echaron en cara una reforma laboral que no ha servido para crear empleo y medidas que perjudican a los trabajadores, que pagan la crisis, pero ellos continuaron en primera fila con la misma sonrisa. Así se manifestaron los secretarios generales de CC OO, Sánchez Aguión, como de UGT, José Antonio Gómez, que también subrayó la ineficacia del nuevo plan contra la economía sumergida, 'porque no combate donde está el fondo de ese problema, en los especuladores', dijo.
La marcha de CC OO y UGT estuvo amenizada por música discotequera, mientras que en la de la CIG no faltaron los gaiteiros. Su secretario comarcal, Serafín Otero, recordó los conflictos abiertos en la ciudad de Povisa, de las limpiadoras de los colegios públicos y del Grupo de Empresas Alvarez, que colea 15 años después, además de pedir el voto en las elecciones sindicales, para que el sindicato nacionalista continúe siendo la primera fuerza en la ciudad. El secretario general de la CIG, Suso Seixo, concluyó asegurando que 'otro modelo económico es posible'.
