Passos Coelho considera 'insustituible' la salida de funcionarios y los cambios en las pensiones

Las reformas alejan a Portugal de la crítica situación griega

El primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho.
Portugal logró financiarse con un interés inferior al de la última subasta equiparable, una ligera mejoría que vuelve a permitir al país distanciarse de Grecia, envuelta en rumores sobre un posible tercer rescate. En su primera subasta después de la crisis política que puso en riesgo la continuidad del Gobierno conservador, el Tesoro luso colocó en el mercado mil millones de euros en deuda a corto plazo, el máximo de su emisión.
Concretamente, Portugal vendió 700 millones de euros en títulos con vencimiento a doce meses a una tasa del 1,62 %, una décima menos que en la subasta a ese mismo plazo de julio; y otros 300 millones al 0,76 % de interés, prácticamente igual que en la anterior emisión equivalente.

Las cifras reflejan un alivio notable si se comparan con las de hace un año, cuando el país pagaba para colocar este mismo tipo de deuda más del doble.También sale beneficiado Portugal si se compara con Grecia, el primero de los tres países europeos rescatados internacionalmente por el riesgo de entrar en bancarrota, en 2010, y que sigue envuelto en graves problemas económicos.

Atenas, por el momento, no consigue vender su deuda a cambio de intereses razonables y en las subastas realizadas en los últimos meses -la última fue hace apenas una semana- los intereses por sus letras a tres y seis meses superaron el 4 % de penalización.


POR UN TERCER RESCATE

Precisamente la dificultad de Grecia para acceder de forma normalizada a los mercados y, por lo tanto, conseguir financiarse a tasas sostenibles es el motivo que podría obligar al Estado heleno a solicitar un tercer rescate.El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, y la canciller Angela Merkel no lo desmintieron, al contrario que el Ejecutivo griego, que sigue confiando en cumplir las obligaciones contraídas con la troika de acreedores internacionale

Mientras, Lisboa se mantiene alejada de las turbulencias después de cerrar la crisis política que explotó a principios de julio, a la espera de que el Gobierno divulgue los detalles de la polémica reforma del Estado que prepara para ahorrar unos 4.700 millones de euros anuales con la reforma de áreas como la Educación o la Sanidad.

La salida de miles de funcionarios y cambios en el sistema de pensiones parecen ser dos medidas insustituibles en los planes del Ejecutivo liderado por el primer ministro, Pedro Passos Coelho. Esta reforma cumpliría con las exigencias de la UE y el Fondo Monetario Internacional, aunque su contenido propicia la aparición de divergencias en el seno de la coalición conservadora y es rechazada de plano por la oposición de izquierda, los sindicatos e incluso parte de la clase empresarial.

La sorprendente subida del PIB luso entre abril y junio de 2013 (+1,1%) respecto al primer trimestre y la mejora de los indicadores de desempleo en este mismo período son consideradas señales de que la economía va recuperándose lentamente, aunque el Gobierno portugués calcula cerrar el ejercicio con una recesión próxima al 2%.

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