Los dos dirigentes sólo contemplan la búsqueda de nuevas opciones para la línea Madrid-Lisboa

Zapatero y Passos ignoran la conexión del AVE Vigo-Oporto

Passos y Zapatero se saludan al término de la rueda de prensa en La Moncloa. (Foto: CHEMA MOYA)
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó ayer su 'apoyo incondicional' al primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, ante las 'circunstancias difíciles' que atraviesa Portugal y reconoció que ambos países están aplicando medidas 'dolorosas pero imprescindibles'. Zapatero se reunió ayer en el palacio de la Moncloa con Passos Coelho, del Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha, quien llegó a Madrid en su primera visita al exterior desde que ganó las elecciones el pasado junio.
En la rueda de prensa conjunta que ofrecieron tras su encuentro, Passos Coelho anunció que los ministros de Fomento portugués y español se volverán a reunir 'próximamente' para tratar la suspensión de la línea de AVE entre Madrid y Lisboa, aunque no hizo la más mínima reseña sobre el enlace de alta velocidad entre Vigo y Oporto, que parece haber quedado definitivamente fuera de la agenda de ambos países.

El primer ministro portugués recordó que la situación económica por la que atraviesa el país luso, que requirió de una ayuda financiera para poder afrontar sus deudas, imposibilita 'mantener los plazos' fijados para el proyecto, que suspendió nada más ganar las elecciones el pasado mes de junio. 'En Portugal no tenemos condiciones para mantener los plazos establecidos, es un proyecto atrasado que hay que reformular, rediscutir con España y la Unión Europea', explicó Passos Coelho.

Por otro lado, ambos dirigentes destacaron las buenas relaciones entre España y Portugal y coincidieron en que los dos países comparten la visión común sobre el futuro político de la UE.


PROFUNDA HERMANDAD

El jefe del Ejecutivo español señaló que esta visita certifica la 'profunda' relación de amistad y hermandad entre ambos países y la visión común en el ámbito iberoamericano, así como la fuerte interrelación de sus economías. Tras indicar que el principal asunto que abordaron fue la situación económica y financiera en la zona euro, Zapatero dijo que el programa en marcha en Portugal apunta signos positivos y que las medidas aplicadas en ambos países ante la crisis han sido 'dolorosas pero imprescindibles'.

Sobre la situación de los mercados, indicó que la cumbre de Bruselas, del 21 de julio, supuso un 'salto cualitativo' en materia de solidaridad y corresponsabilidad. En esa reunión se acordó una nueva ayuda a Grecia valorada en casi 160.000 millones de euros, se concretó la participación de la banca privada en la misma y se dieron más poderes al fondo de rescate. Según Zapatero, ahora el 'difícil reto' está en introducir capacidad de recuperación del crecimiento y confianza en los mercados.

El primer ministro portugués destacó que su gobierno mantiene y está aplicando un programa 'ambicioso', 'excesivamente duro' y con un 'elevado impacto'.

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